Chilpancingo.— Por cuarto día consecutivo, el servicio del transporte público en Zihuatanejo sigue paralizado y en Petatlán, el municipio vecino, este martes amaneció suspendido. Las autoridades y transportistas se reunieron para regularizarlo, pero a través de redes sociales presuntos criminales amenazaron a choferes y usuarios con quemar unidades sin permitir el descenso de los pasajeros.

Estos mensajes han tenido resultado. Transportistas de Petatlán se negaron a reanudar el servicio, escuelas suspendieron las clases y muchos comerciantes no abrieron sus negocios.

A las 4:00 de la tarde, los transportistas decidieron reanudar el servicio después de reunirse con autoridades de Guerrero.

En Zihuatanejo, el servicio del transporte público está casi regularizado después de que el gobernador Héctor Astudillo Flores se comprometiera a dar seguridad en sus recorridos. Sin embargo, los choferes de las rutas que van a los municipios de Petatlán, La Unión y algunas comunidades se han resistido a reanudar sus actividades.

En estos días sin servicio de transporte público, los más afectados han sido los ciudadanos de a pie, quienes tuvieron que pagar un taxi para llegar a sus centros de trabajo.

El origen

La noche del viernes hombres armados quemaron tres camionetas del transporte público en distintos puntos de Zihuatanejo. Antes, durante la tarde, unas 200 personas bloquearon la carretera federal Zihuatanejo-Acapulco, a la altura del municipio de Petatlán.

Los manifestantes dijeron ser pobladores de comunidades serranas y acusaron a policías estatales de cometer abusos. Luego de tres horas de protestas, policías estatales y federales los desalojaron; en respuesta quemaron dos autobuses, un tráiler, un auto y una camioneta.

El gobierno del estado vinculó a los protestantes con la organización criminal Guardia Guerrerense.

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