Huatulco.— Mientras los contagios y las muertes avanzan en todo el territorio mexicano y se expanden poco a poco hasta alcanzar 84 municipios de Oaxaca, la microrregión afromexicana, asentada en la zona de la Costa, es una de las pocas del estado donde la pandemia aún no ha tocado tierra.

De hacerlo, advierten sus habitantes, las consecuencias serían desastrosas, pues los pueblos negros viven una marginación histórica que duele.

El hecho de que la pandemia, que ha alcanzado los cinco continentes, no haya entrado al territorio afro se debe, en gran parte, a la lejanía de estas comunidades, pero sobre todo a los retenes instalados por las autoridades para frenar la movilidad y evitar el acceso a personas externas. Además, por la ausencia del retorno de migrantes o jornaleros del norte del país.

De acuerdo con datos de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO), de los 121 municipios que han cerrado sus accesos (147 según la Secretaría de Gobernación), o bien, limitado el ingreso de personas ajenas a la comunidad y clausurado destinos turísticos o de playa como medida contra la pandemia, al menos seis son poblaciones consideradas afro.

En estas comunidades el porcentaje de pobladores con raíces negras o que se asumen afrodescendientes es mayor a 20%.

Entre ellas hay localidades de Santiago Jamiltepec, con 25% de pobladores afro, y Villa de Tututepec, Mancuernos, Corralero, Guadalupe Victoria, Lagunas de Chacahua y Santiago Pinotepa Nacional, que cuenta con 20% de afromexicanos.

La restricción más severa fue la que se estableció en el sitio ecoturístico Lagunas de Chacahua, ubicado en medio de manglares y limitado por cuerpos lagunares y las aguas del océano Pacífico. Por el momento, nadie puede entrar ni salir de este destino hasta nuevo aviso.

De la misma manera, en otros puntos de la región Costa se han impuesto toques de queda por las noches y se impide el paso a personas ajenas a la comunidad.

Para Rosa María Castro, representante de la Asociación de Mujeres de la Costa de Oaxaca (AMCO), estas medidas están ayudando a que el contagio y las muertes no avancen hacia la zona negra, ya que, hasta ahora, los casos positivos se han concentrado en poblaciones 100% indígenas de la región y que se caracterizan por tener poca población negra.

Los otros casos se han presentado en destinos turísticos internacionales como Huatulco, Mixtepec y Pochutla. En total, la Costa suma 19 casos positivos, de los cuales nueve pacientes se han recuperado y tres fallecieron.

La activista considera que también ha ayudado que la comunidad negra no tiene la tradición de migrar hacia los campos agrícolas del norte del país. Ellos migran hacia Estados Unidos y pocas veces vuelven, por lo que en esta contingencia no hay retorno de jornaleros u obreros, como en las poblaciones indígenas en las que los trabajadores han retornado ante el cierre de las empresas y los campos.

“Como AMCO, insistí en que las autoridades municipales cerraran el destino de Chacahua porque el flujo de turistas seguía, a pesar de la alerta de casos en la Costa; al final lo cerraron”, explica Rosa María.

La vocera de la AMCO agrega que, sobre todo, ha sido gracias a que no ha habido retorno de alguna persona infectada a la zona afro, “lo que ayuda a que los casos no se den” y la vida continúe mientras todo se mantenga así.

Para esta organización civil que lucha por los derechos de las mujeres afro, la llegada del Covid-19 a la zona negra sería desastrosa porque, en materia de salud, están en condiciones mucho más deplorables que las comunidades indígenas, ya que los pocos centros de salud que poseen apenas y tienen personal médico.

Asimismo, agrega Rosa María, nunca han contado con suficientes medicamentos e insumos para brindar una atención digna y los hospitales están a dos horas de distancia o más de los núcleos rurales habitados por el pueblo afromexicano.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses