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Tlalpujahua.— Un premio Oscar, dice Lloyd Kaufman, es algo que puede comprarse con dinero, pero jamás se puede hacer lo mismo con la recomendación de boca en boca que logra el cine independiente.
Con más de 50 años produciendo películas para ese ámbito, ha servido de modelo a realizadores como Quentin Tarantino o descubierto, en algunas producciones, a gente tipo los creadores de South Park o el actor Samuel L. Jackson.
¿Su gran creación? Tromaville, capital de residuos tóxicos en donde nace el superhéroe The toxic avenger, historias caracterizadas por el alarde de vísceras y sangre, dentro del llamado Cine B.
“Los premios están controlados por conglomerados y si una cosa he aprendido, es que no se puede comprar el amor y que una películas de 200 millones de dólares no puede hacer lo mismo con la recomendación de unas personas, mi cine se ha sostenido gracias al boca en boca”.
Tales from de Crapper, Poultrygeist: night on the chicked dead y Mother’s day son alguna de sus producciones hechas con cifras hasta 100 veces menos que los grandes proyectos hollywoodenses.
Certámenes como Sitges, Raindance, Fantafestival y Fantasporto se han rendido ante sus títulos, elevándolos con los premios principales.
“Estudiaba cultura china y confié en el ying y yang. Hablar del ying es hablar de la buena parte del cine, participamos financiando películas para jóvenes que pueden costar 25 mil dólares (medio millón de pesos) y hoy puede hacerse una genial, con 5 mil (100 mil pesos), haciéndolo bien.
“Para hablar del yang, la parte difícil es que la distribución está dominada por pequeños conglomerados que no quieren competencia y no quieren riesgos para sus negocios, incluso los festivales más importantes también forman parte de esto porque hoy en día ponen por encima el dinero por el arte”, considera.
El también actor, quien encabezó el viernes la Marcha de las Bestias en Feratum, festival de cine de género que se realiza en esta ciudad michoacana, señala que sus películas están siendo subidas a Youtube, para ser vistas de forma gratuita y que nunca ha cobrado por algún autógrafo.
En su momento, Kaufman colaboró con cintas independientes, a la postre famosas, como Rocky, de Sylvester Stallone. “Tiene que haber estudios de cine independiente para lograr cosas como las que hemos hecho y que los fans adoran”.