Encabezados por un grupo capaz y preparado de jóvenes negociadores, en las próximas semanas México iniciará el proceso de renegociación del TLCAN. Se trata de la negociación más importante actualmente cuyos resultados constituirán un parteaguas en nuestra relación con Estados Unidos y Canadá. Como toda negociación se debe partir de algunos principios básicos.

“Todo está en la mesa”. El primer principio de negociación debe ser que todos los temas están en la mesa. Si bien una parte puede tener alguna posición particular sobre algún capítulo, disposición, sector, o incluso producto en específico, ninguno de ellos debe ser excluido a priori de la negociación.

“El piso es el TLCAN”. El segundo principio es que el punto de partida de la negociación debe ser el texto en vigor del TLCAN. De ninguna manera el piso o punto de partida de la negociación puede ser otro instrumento. En particular, el Acuerdo Transpacífico (TPP) no puede ser el punto de partida de la renegociación. El TPP fue un instrumento que se acordó conforme a un proceso de negociación específico y en el que, a pesar de que participaron las partes del TLCAN, también lo hicieron otros países con una agenda muy particular. Los balances en la negociación fueron muy distintos. Por ello, ninguna parte puede tomar como punto de partida un texto que se acordó en otro contexto y con otros actores.

“La negociación deberá tardar el tiempo necesario para alcanzar un buen acuerdo”. Otro principio es que el tiempo no deberá ser un factor. El principio debería ser que la renegociación llevará el tiempo que se requiera y que la única consideración que debe prevalecer es alcanzar un buen acuerdo.

“Se escucharán todas las voces”. Por último, un principio debe ser que, hoy más que nunca, se deben escuchar a todos los sectores de la sociedad. Se deben escuchar tanto a los más proteccionistas como a los que buscan una mayor apertura. También deberá escucharse a los sectores del comercio de servicios, propiedad intelectual y en general a la sociedad civil. Para que el gobierno logre el balance correcto deberá escuchar a todos y considerar las nuevas necesidades a que se enfrentan todos estos sectores.

“La denuncia del TLCAN siempre será una opción”. Como se ha señalado en el pasado en esta columna, cualquiera de las partes tiene el derecho, ante un resultado de una negociación que no cumpla con sus expectativas, a denunciar el instrumento. De esta manera la denuncia debe ser una opción que las partes siempre deben tener presente.

Ante una negociación tan compleja, el iniciar sobre una base sólida y con objetivos claros resulta fundamental.

Profesor Titular. Facultad de Derecho. UNAM.

Juez del Órgano de Apelación de la Organización Mundial del Comercio

@ricardoramirezh

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