En los últimos siete años —antes, durante y después del gobierno de Rodrigo Medina en Nuevo León— dedicamos una docena de entregas para cuestionar lo que desde tiempos del candidato apuntaba como un gobierno fallido.

Y en su momento, igual que hoy, la crítica al gobierno de Nuevo León desató babeantes jaurías mediáticas regias, listas a insultar, difamar y mentir.

Así, por ejemplo, nos insultaron sin parar cuando cuestionamos —el 29 y 31 de agosto de 2011—, la negligencia de Rodrigo Medina en la tragedia del Casino Royale, que mató a 49 personas. Algo parecido ocurrió el 20 de febrero de 2012, cuando criticamos la indolencia de Medina, por el motín y fuga del penal de Apodaca, que horas antes provocó 44 muertos y casi medio centenar de prófugos.

El 31 de mayo de 2012 la jauría regia volvió a la carga cuando documentamos “las lecciones de impunidad” de Medina. Y el 11 de diciembre de 2014 la furia también vino del PAN, cuando pedimos castigo para “pillos como Larrazabal y Medina”, cuya impunidad “podrá costar el gobierno de Nuevo León al PAN y al PRI”. Era la primer alusión a la tragedia electoral que se produjo en junio de 2015.

Pero la furia de la jauría mediática nuevoleonesa arreció a partir del 14 de junio de 2015, cuando documentamos que medios impresos y electrónicos, además de empresarios y políticos de Nuevo León “engañaron dos veces a Peña Nieto”. Y es que en 2012, Rodrigo Medina entregó Nuevo León a la candidata presidencial del PAN, Josefina Vázquez Mota, mientras que años después empresarios financiaron la campaña de El Bronco contra el PRI y el PAN. Doble engaño a Peña Nieto.

El 1 de octubre del mismo 2015, dijimos: “El cemento que unió a los nuevoleoneses contra los partidos fue el mal gobierno de Medina. Y es que no sólo fue el peor gobierno en la historia de la entidad, sino el más ratero, el que más endeudó al estado y el que hizo el milagro de poner a ciudadanos y empresarios contra los partidos, sobre todo contra el PRI y el PAN”. Y enumeramos una a una las corruptelas de Medina.

Pero babeantes, las jaurías mediáticas regias lanzaron toda su furia el 8 de octubre, luego que aquí se documentó que “El Bronco y su gabinete, son más rateros que Medina”. Y a su estilo regio, pasaron de la difamación y el insulto a la anónima amenaza de muerte, sobre todo porque documentamos que Roberto Flores Treviño, procurador de Justicia del gobierno de El Bronco, tenía presuntos vínculos con el crimen organizado.

Incluso hoy a Flores Treviño se le adjudica el motín y muerte de 50 presos en el penal de Topo Chico.

Además, el 8 y 10 de octubre también documentamos el albazo que propinó el Congreso de Nuevo León a los ciudadanos cuando, a escondidas, aprobó el nombramiento de Roberto Flores Treviño, el cuestionado procurador. Lo curioso es que casi toda la prensa regia guardó silencio.

Por eso preguntamos: “¿Y dónde está la prensa crítica de Nuevo León, que nada dice de las pillerías de El Bronco?”. Días después, el diario Reforma lanzó las primeras tarascadas, las que documentamos el 12 de octubre. Luego, en coro, ladró el resto la manada. Igual que hoy.

Nuevas raterías. Y es que a cuatro meses resulta inocultable que El Bronco no sólo es un invento mediático financiado por empresarios y medios regios, muchos de los cuales se han arrepentido. ¿Por qué? Porque su invento, El Bronco, resultó peor de mentiroso y engañabobos que el peor de los populistas mexicanos; López Obrador.

Muchos recuerdan, por ejemplo, que antes de asumir el cargo de gobernador, Jaime Rodríguez prometió cancelar la construcción del acueducto conocido como Monterrey VI. Según El Bronco, el proyecto no sólo era inviable sino que era negocio personal del gobernador Medina. Por eso, notificó a las constructoras —HIGA e ICA—, la cancelación del proyecto. Sin embargo, una vez en el poder, El Bronco reculó, dijo que haría cambios en el esquema financiero y continuó la construcción del acueducto. Empresarios locales dicen que es su negocio personal.

También cuestionan que Fernando Turner, titular de Desarrollo Económico —y empresario de la industria automotriz—, haya engañado a todos en los tiempos de campaña, con el cuento de que la armadora KIA saldría del estado porque en la gestión de Rodrigo Medina obtuvo trato ventajoso. Lo curioso es que ya en el gobierno de El Bronco, KIA recibió aún más privilegios, con un claro beneficio para Turner y El Bronco.

La siguiente es una perla, digna de políticos y medios aldeanos. El 12 de abril de 2015, cuando era candidato al gobierno de Nuevo León por Movimiento Ciudadano, el ex panista y ex gobernador Fernando Elizondo apareció en medios y —estadísticas en mano—, acusó a El Bronco de endeudar al municipio de García como ningún otro alcalde en la historia. Incrementó la deuda en mil 400%. Luego Elizondo declinó a favor de El Bronco y hoy es una variante de jefe de gabinete. ¿Y la crítica de la prensa nuevoleonesa por el escandaloso endeudamiento de El Bronco? En su mayoría juegan a la complicidad.

Pero la joya de las raterías es que a pesar de que El Bronco juró y perjuró que metería a la cárcel a los corruptos y que “se acabó la fiesta de los bandidos”, nada ha hecho para denunciar y sancionar la manera irregular en que el gobierno de Rodrigo Medina favoreció a Fomento Económico Mexicano (FEMSA) —en manos de José Antonio Fernández Carbajal, El Diablo— con el regalo de 180 hectáreas para la construcción del estadio de Los Rayados; tierra que en el subsuelo tiene el mayor manto de agua potable de Monterrey.

¿Y saben por qué El Bronco no toca a FEMSA ni con el pétalo de un comentario negativo? Porque en Nuevo León son muchos los empresarios que aseguran que FEMSA fue uno de los principales financieros de dinero negro para la campaña de El Bronco.

Y dicen más; que en realidad FEMSA es el grupo empresarial más interesado en promover a un candidato presidencial independiente. Y para ello financia a no pocos grupos de “intelectuales” y políticos del grupo de El Bronco, que venden su alma al diablo por “los candidatos independientes”.

Pero no es todo. La ambición de los hombres de El Bronco no tiene límite. También cargaron con la gratuidad del Metro de Monterrey los domingos, que desde hace años era un paliativo para los ciudadanos de menos recursos. Todo, a pesar de que El Bronco prometió gratuidad del transporte para los que menos tienen.

Retrato hablado —y de cuerpo completo—, de El Bronco y de la jauría mediática que lo encubre.

Al tiempo.

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