¿Rebelión en el PRI?

Los jóvenes del tricolor están decididos a rebelarse si la elección de su líder es una imposición de las cúpulas del partido o producto de cualquier otro procedimiento antidemocrático. La generación que busca ese liderazgo se forjó en el PRI opositor de la docena trágica panista y no parece dispuesta a acatar línea o someterse a la anacrónica disciplina partidista.

Aquí le informaba el pasado 28 de septiembre que el líder de los diputados del PRI, César Camacho Quiroz, se movía para imponer a su secretario particular, Paul Ospital Carrera como líder juvenil del tricolor. Ospital, ya cercano a cumplir los 30 años, casado con Alejandra del Moral, directora del Bansefi, cargo en que la puso el ex secretario de Hacienda Luis Videgaray, sustituiría a Christopher James, actual dirigente de la Red de Jóvenes por México, quien se pretende sea el próximo jefe de la oficina de Enrique Ochoa Reza, presidente nacional del tricolor.

La sola posibilidad de una imposición movilizó a cuadros juveniles priístas que legítimamente aspiran a ese liderazgo. La presión ejercida por ellos ha impedido que el proceso se salga, hasta ahora, del derrotero de legalidad democrática al que lo ajustan las reglas partidistas.

De manera que veinte jóvenes de no más de 29 años, conforme a los requisitos estatutarios, incluido el delfín de Camacho Quiroz, se inscribieron en el curso que durante los últimos días impartió el Instituto de Capacitación Política del PRI, para que presentaran ayer el exigido examen de oposición.

Los participantes temen, sin embargo, que se mantenga la vieja práctica de reprobar, aunque hayan aprobado, a quienes no son aceptados en las cúpulas priístas, a fin de limpiar el camino a la imposición de dirigentes.

Quienes aprueben ese examen, lo que hoy se sabrá, deberán registrarse mañana como candidatos a dirigir la Red de Jóvenes por México, con por lo menos dos firmas de apoyo de los dirigentes juveniles de los sectores (CTM, CNOP y CNC) y de las organizaciones del partido. Son un total de seis las posibles firmas de apoyo, por lo que existe la posibilidad aritmética de que cuando menos participen tres aspirantes.

Si mañana 15 de octubre sólo se registra uno, mañana mismo resultará electo, lo que difícilmente libraría al proceso del estigma de la imposición. Pero si se registran dos o más, habrá elección el próximo 15 de noviembre, lo que le daría legitimidad democrática.

Quien hasta ahora ya cuenta con tres firmas de apoyo (lo que sólo permite la participación de un contendiente más), es el líder juvenil de la CNOP, David Alfaro. Y otros aspirantes con posibilidades, además de Ospital Carrera, son Gabriela Hernández, hija del ex gobernador de Durango Ismael Hernández Deras y el líder juvenil del partido en Puebla, Lorenzo Rivera Nava.

Si gana la imposición, aseguran algunos de los aspirantes consultados, habrá rebelión en el PRI. No saben si Enrique Ochoa Reza tenga en el radar el alcance y daño que le generaría a un partido menoscabado por las recientes derrotas electorales. El PRI necesita sacudirse el fardo de la corrupción que ejemplifica una larga lista de políticos impresentables, en la que hoy destacan verdaderos magos del latrocinio como Javier Duarte o los hermanos Humberto y Rubén Moreira. Y quiénes, si no sus jóvenes, están llamados a limpiar al viejo partido.

INSTANTÁNEAS. 1. TRAGICOMEDIA. Eso es para el líder de Morena, Andrés Manuel López Obrador, lo que vive Veracruz. Porque trágico y cómico es que el acusado Javier Duarte sea igual de corrupto que el acusador Miguel Ángel Yunes, gobernador electo del estado.

2. CONFRONTACIÓN. Sube el tono del enfrentamiento que sostiene Miguel Ángel Mancera con el gobierno federal, por el recorte presupuestal impuesto a la Ciudad de México en el proyecto de presupuesto del año entrante. “Son ganas de… afectar”, dijo ayer el jefe del Gobierno capitalino.

3. ¿CABALLO NEGRO? Si de experiencia política se trata, el diputado federal Carlos Iriarte, presidente del PRI en el Edomex por segunda ocasión, ex diputado local, ex presidente municipal de Huixquilucan y ex secretario de Desarrollo Social, ex secretario de Seguridad Pública y ex subsecretario general de gobierno durante el mandato de Enrique Peña Nieto, es el caballo negro del tricolor para las próximas elecciones de gobernador.

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