No nos referimos a los jeques y emires de los ricos Estados petroleros del Medio Oriente, sino a los empresarios mexicanos que, asociados con extranjeros y gracias a la reforma energética, dominarán la industria petrolera del país en los próximos años.

Esos príncipes del oro negro que ya se dejan ver, están ligados a políticos de los anteriores cuatro gobiernos y el actual (dos panistas y tres priístas), que han desarrollado durante los últimos treinta años el desigual y voraz proyecto neoliberal del país.

Y esos príncipes del oro negro, por supuesto que tienen un rey: el ex presidente Carlos Salinas de Gortari. Trataremos de documentar el aserto con información reciente.

Está en marcha, con una inversión de 800 millones de dólares, la construcción de una terminal marina de almacenamiento de gasolina en el puerto de Tuxpan, Veracruz, desde donde se distribuirá gasolina al centro del país, mediante un poliducto de 265 kilómetros, también en construcción, como parte del mismo proyecto. ¿Será que por eso quieren adelantar un año la apertura del mercado de las gasolinas?

La licitación de marras la ganaron, en asociación, la empresa líder en infraestructura energética de América del Norte, TransCanada (50 por ciento del proyecto), y las mexicanas Transportación Marítima Mexicana (10 por ciento) y Sierra Oil & Gas (40 por ciento).

Esta última empresa, pero asociada con las extranjeras Talos Energy y Premier Oil, fue la única que consiguió adjudicaciones durante la primera licitación de la llamada ronda uno: la exploración y extracción en aguas someras en el Golfo de México.

Todo indica que Sierra Oil & Gas va con todo: su líder, Iván Sandrea, apalancó sus proyectos de inversión con dos fondos internacionales de capital privado: Riverstone Holdings y EnCap Investments, y otro mexicano con representación de las principales Administradores de Fondos para el Retiro: Infraestructura Institucional.

Ese fondo, también conocido como I2 o I al cuadrado, lo presidió, hasta su reciente adquisición por BlackRock, el fondo de capital privado más grande del mundo, Jerónimo Marcos Gerard Rivero (también propietario de Constructora y Edificadora Mas A, con diversos contratos de obras en el gobierno de Peña Nieto), cuyo hermano Hipólito Gerard Rivero aparece como accionista minoritario de Sierra Oil & Gas. Tanto Gerónimo como Hipólito son hermanos de la esposa del ex presidente Salinas, Ana Paula Gerard.

Hay otras empresas ganadoras de licitaciones con lazos políticos más o menos similares:

1. Renaissance Oil Corp, asociada con la poderosa estadounidense Halliburton (de la que fue parte Luis Téllez, secretario de Energía en el gobierno de Ernesto Zedillo), que hoy encabezan dos ex funcionarios del gobierno de Salinas: Ernesto Marcos Giacomán, en su momento director de Finanzas de Pemex, subsecretario de Energía y director de Nafinsa; y Luis Labardini, ex consejero de la petrolera mexicana y ex director de Inversión Extranjera de Hacienda.

2. Oro Negro, empresa fundada por funcionarios vinculados a Felipe Calderón: Luis Ramírez Corso, que fuera su director en Pemex Exploración y Producción; y Gonzalo Gil, hijo de quien fuera secretario de Hacienda en el gobierno de Fox, Francisco Gil Díaz.

Otros más se suman ya a la lista de los príncipes del oro negro.

INSTANTÁNEAS. 1. ALTERNATIVAS. Campeche ha sido uno de los estados más afectados por la caída de los precios del petróleo y la plataforma de producción. Desplome del ingreso familiar, pérdida de 22 mil empleos y dramática disminución de bienes y servicios. Para compensar el golpe, el gobierno del estado, encabezado por Alejandro Moreno Cárdenas, impulsa alternativas hasta ahora insuficientemente explotadas: la pesca y el turismo. En su primer informe de gobierno dio a conocer que se logró la liberación de diez mil kilómetros cuadrados para la producción pesquera y que está en marcha la promoción mundial de los atractivos turísticos del estado. Campeche, pues, se despetroliza.

2. CUMPLIMIENTO. Andrés Manuel López Obrador subió finalmente a internet su declaración 3de3. Reporta ingresos anuales por 600 mil pesos (50 mil al mes). El líder de Morena no declara propiedades a su nombre. Las que reporta (una casa de 120 metros cuadrados en la Ciudad de México, así como un departamento y dos terrenos en Puebla) están a nombre de su esposa. No tiene cuenta bancaria ni tarjeta de crédito. El Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) aceptó los términos de la declaración y la subió ya a su portal 3de3.

rrodriguezangular@hotmail.com

@RaulRodriguezC

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