Tres personajes que son clave en la ciudad de México andan trenzados en medio de la batalla electoral del 7 de junio de 2015. Por un lado, Andrés Manuel López Obrador lanzó la primera piedra a Miguel Ángel Mancera, a quien le pidió que no se meta en la contienda electoral. Desde el Antiguo Palacio del Ayuntamiento se vio la acción del tabasqueño como una reacción inesperada producto de información malintencionada transmitida por Ricardo Monreal, candidato de Morena a la delegación Cuauhtémoc. Don Miguel Ángel respondió de inmediato: hay cancha pareja para todos los partidos en el Distrito Federal. Luego vino el silencio de AMLO. Y Marcelo Ebrard jugando a las escondidas. ¿Mientras esto ocurre, dónde anda don Marcelo?, se preguntan en la arena electoral capitalina.

Ebrardistas salen del PRD

Por el momento le podemos adelantar que la salida de Marcelo Ebrard de las filas perredistas en febrero pasado, ha propiciado la extinción de su tribu Movimiento Progresista. Los dirigentes de la corriente, nos dicen, acordaron renunciar a todo cargo y salir por completo del perredismo por la falta de espacios cedidos; los borraron de las listas a candidatos a diputados federales, locales y otros cargos de elección popular para los comicios de junio. De esa forma, desaparece la poca fuerza que tenía el ex jefe de Gobierno capitalino, quien ahora es candidato a diputado federal plurinominal por Movimiento Ciudadano.

La estrategia de Delgado

El gran optimista con la reforma política del DF, el senador Mario Delgado se desinfló y dejó de lado el proyecto. El ex perredista que citó a innumerables conferencias de prensa para proclamar la inminente aprobación de la nueva estructura de poder de la ciudad de México, hoy guarda silencio y ni él mismo cree que “ahora sí”, nos comentan. Los termómetros indican que crece Morena y baja el PRD en la capital del país, y así las cosas, sería la fuerza de Andrés Manuel López Obrador la que escriba la primera gran Constitución de la capital del país. Por cierto, Delgado es alfil confeso del tabasqueño en el Senado.

A la cola, la Ley de Transparencia

¿Transparencia? Sí, pero poco a poquito, dicen en la Comisión de Gobernación de la Cámara de Diputados para sacar adelante la minuta enviada por el Senado. Nos adelantan que en San Lázaro, bajo la batuta del perredista Julio César Moreno, planean someter a votación el dictamen hasta la tercera semana de abril y quizá llevarlo al pleno al cuarto para las 12, los últimos días antes de que concluya el periodo ordinario, el 30 de abril. Este plan se da porque no quieren enseñar sus cartas antes de tiempo, pues el Senado podría dejar colgados a los diputados con la reforma que crea el Sistema Nacional Anticorrupción. Una por otra, nos comentan en el Palacio Legislativo.

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