Desde aquel vergonzoso episodio llamado “Los cachirules” en 1988, en el que FIFA interpuso una sanción a México por hacer trampa inscribiendo jugadores que excedían límite de edad con actas apócrifas, y que concluyó en una suspensión para los Juegos Olímpicos de Seúl y la Copa del Mundo Italia 1990, la relación entre nuestro país y la FIFA fue poco conflictiva. Incluso, durante la pasada limpia a nivel directivo en Concacaf, la Femexfut salió prácticamente bien librada.

Durante los años posteriores, nuestro país no le generaba mayores problemas al máximo órgano del futbol mundial, pero de un par de años a la fecha, la Federación Mexicana ha estado bajo la lupa, siendo su sombra en cada partido de la Selección Nacional, a raíz de la publicación de un reporte elaborado por la Red Futbol contra el Racismo y la Discriminación en 2014.

¿La razón? Un grito, un cántico que se volvió tan común y corriente que la misma Femexfut defendió como parte de nuestro contexto cultural. ¿Cuál? El ahora sí mundialmente famoso “¡ehhh puto!”. El mismo cántico que el aficionado ha entonado los últimos años al momento del despeje del guardameta rival, con tanta fuerza como si fuese el mismo “Cielito Lindo”, tanto en partidos de futbol local como de la Selección. Se volvió tan parte del folclor nacional que hoy, estimados, es el motivo por el cual FIFA tiene a México entre la espada y la pared.

Tras varias advertencias y multas interpuestas por FIFA para que se tomaran cartas en el asunto y se buscara la forma de erradicar el grito, y ante las fallidas campañas realizadas para lograrlo, llegó un ultimátum. La Comisión Disciplinaria del ente mundial ha dicho que no cederá más y tomará decisiones serias si se vuelve a escuchar, aunque sea en una sola voz durante los partidos de México en la Confederaciones.

Hipócritamente, FIFA viene a ponerse muy severa en uno de los países más homofóbicos del mundo, como es el caso de Rusia, para sentar un precedente respecto a la materia, y lo hace con una de las federaciones con más tela de dónde cortar, la cual no pudo imponer en su propia Liga los reglamentos con respecto a la discriminación y la violencia. El “¡ehhh puto!” creció por no haber sido atacado desde el interior. Se tuvo que comenzar a resolver desde hace tiempo, cuando la misma Conapred hizo señalamientos internos que sólo se quedaron aventados en el escritorio de algún burócrata y en otro más en las oficinas de Femexfut.

Ésta dejó pasar el tiempo defendiéndose, hasta que no se le dio oportunidad de seguir haciéndolo, por lo que bajo su misma postura emitió una invitación a la afición presente en Rusia 2017 a dejar de gritar para evitar posibles sanciones.

En fin, en un México en el que se defiende el tema con argumentos como: “No tiene connotación homofóbica” y “es parte de la cultura mexicana”, y donde el organismo insiste en minimizar todo a través de un poema a su afición, acusando a la FIFA de ser demasiado seria, bien vendrían, medidas drásticas.

futbol@eluniversal.com.mx

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