En la mañana del martes 4 de abril, justo después del amanecer, un avión de combate lanzó una bomba sobre un edificio en Jan Sheijun, en el norte de Siria. Un enorme humo amarillo se ha levantado del lugar, los residentes y vecinos y todos los que intentaron ayudarlos murieron o se enfermaron gravemente. Por el conteo final casi 100 perdieron la vida y alrededor de 500 se enfermaron debido al producto químico utilizado en el ataque.

Es el peor ataque cometido por el régimen sirio contra civiles en años, después del ataque a Ghouta cerca de Damasco en 2013 , cuando más de mil murieron; muchos de ellos eran niños. Los expertos piensan que el gas sarín fue utilizado esta vez debido a su efecto devastador y el gran número de víctimas. La población del norte de Siria llegó a ser experta de las armas que ahora fueron usadas contra ellos. El uso de gas de cloro es una rutina, pero su efecto es menos mortal y con diferentes síntomas en las víctimas.

Pocas horas después, otro ataque aéreo a las clínicas tratando las víctimas, ya que el principal hospital de la región fue destruido hace unos días por el mismo bombardeo de las fuerzas de Bashar al-Assad. Más muertos y más heridos.

El régimen y sus aliados, Rusia e Irán están usando en la región de Idlib las mismas tácticas atroces que utilizaban en Aleppo y en otros lugares ... haciendo imposible la vida a las familias que huían de sus hogares, sometiendo a las panaderías, escuelas, hospitales y otras instalaciones a la destrucción.

Con esta nueva tragedia el régimen sirio parece estar poniendo a prueba la paciencia de la comunidad mundial una vez más, seguro de salirse con la suya como en atrocidades anteriores. Bashar al-Assad está anotando un nuevo marcador para un líder con un récord de brutalidad desde 2011.La negación por el régimen de su responsabilidad es otra mentira añadida a sus crímenes.

Las noticias sobre los ataques mortales generaron reacciones enojadas en las capitales del mundo. La Casa Blanca lo llamó “reprensible” contra la gente inocente y que no puede ser ignorado por el mundo civilizado, pero Sean Spicer dijo que la matanza era poco probable que cambiara la postura estadounidense hacia Al-Assad debido a las realidades políticas en Siria. No omitió criticar a la administración Obama por la situación, debido a su debilidad e indecisión.

El secretario de Estado Rex Tillerson condenó a Al-Assad personalmente y señaló a Rusia e Irán que también tienen la responsabilidad de estas muertes. En París, el presidente François Holland acusó a Al-Assad de repetir lo que hizo en Ghouta, atacando a civiles usando armas prohibidas por el derecho internacional. Boris Johnson, ministro británico de Asuntos Exteriores, consideró el bombardeo característico del régimen que usó armas químicas muchas veces en el pasado. Staffan De Mistura, enviado de la ONU a Siria, expresó su condena por el ataque aéreo.

El ataque es otra violación del alto el fuego anunciado como un gran éxito para la diplomacia rusa, y su máquina de guerra en Astana, Kazajistán a finales de 2016.

A pesar de las garantías de Rusia, Irán y Turquía, el régimen, con la asistencia de las fuerzas rusas, estaba intentando todo este tiempo para ganar terreno nuevo alrededor de Damasco y en Homs, Hama y la región norte. Como señaló el Departamento de Estado de EU, Rusia e Irán eran garantes del compromiso del gobierno de Al-Assad de adherirse a un alto el fuego en las negociaciones políticas organizadas por el Kremlin mismo. El gobierno de Trump ha dejado de lado la idea de cooperar militarmente con el gobierno de Al-Assad contra el Estado Islamico .

La matanza en Jan Sheijun es otro acto provocativo del régimen sirio que ha demostrado una y otra vez su mala fe en la promesa de desmantelar su arsenal químico. El uso criminal de sarín y gas de cloro son una prueba flagrante.

Los rusos, que se quedaron solos para tratar con el problema sirio, tienen que mostrar cierta eficiencia con su protegido, o todas sus maniobras diplomáticas serán expuestas. La oposición siria está cuestionando la utilidad de las conversaciones políticas en Ginebra cuando el régimen continúa su política contra el pueblo... y especialmente cuando el garante, Rusia, está participando en la violación de los mismos acuerdos que ha patrocinado en operaciones militares sobre el terreno y en el aire.

El autor fue embajador de Líbano en México entre 1999 y 2011

nouhad47@yahoo.com

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