A las comunidades más pobres y vulnerables de México no se llega por carretera. Ahí no sirven las Suburban. Los funcionarios que dicen visitar esas comunidades de extrema pobreza deben caminar por horas en brechas que se forman a fuerza de pisadas y con machete en mano abrir la maleza. Al llegar allí lo que se observa son entre cinco o diez chozas, construidas con maderos que no alcanzan a empalmar, o con adobe o carrizos —dependiendo del clima y los recursos naturales de la región—, los techos son de lámina y los pisos de tierra.

Generalmente, una sola habitación es compartida por diez o más integrantes. En el peor de los casos, esa misma área es la cocina. En esos humildes hogares no hay agua potable, luz ni drenaje. Tampoco hay clínicas ni escuelas cercanas. Y si hablamos de alimentación, ésta depende de su propia cosecha, que se reduce a maíz y frijol. Nunca incluye carne. Niños, mujeres y ancianos padecen desnutrición extrema y es común que mueran por hambre.

Es el panorama desolador de la pobreza extrema en México, y según la hasta ayer secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles —ex responsable de la Cruzada Nacional Contra el Hambre—, al final del sexenio los 7 millones de mexicanos en esa difícil condición de vida “tendrán resueltas, básicamente, todas sus carencias, particularmente las de salud, educación, alimentación, calidad en la vivienda y la de servicios básicos”. Esta afirmación es una mentira más a los pobres.

Entrevistada hace unos días por la reportera Nurit Martínez de EL UNIVERSAL, Robles nunca explica cómo el nuevo secretario de Desarrollo Social (Sedesol), José Antonio Meade, logrará esto, pues en lo que va de la actual administración el gobierno de Enrique Peña Nieto sólo pudo rescatar de la hambruna a 87 mil mexicanos, mientras que otros 7 millones siguen en esa misma condición de pobreza y no se ve plan oficial alguno que pueda revertir esa tendencia.

Es por este fracaso gubernamental del combate a la pobreza que Robles Berlanga ha salido de la Sedesol, pero el Presidente de la República la ha premiado con la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano.

Los investigadores del Colegio de México, Julio Boltvinik y Araceli Damián, expertos en el estudio y análisis de la pobreza en México, sostienen que cada vez más personas caen en esta terrible condición de vida, al punto de que el 84.3 por ciento de la población de México, más de 100 millones de personas, padece pobreza por ingresos.

De acuerdo con el documento Evolución de la pobreza y la estratificación social en México 2012-2014 —elaborado por Boltvinik y Damián, en colaboración con Alejandro Marín—, esas cifras de pobreza reflejan el deterioro económico del país, debido a los altos índices de desempleo y subempleo, y a la baja del poder adquisitivo de los salarios, sostiene una nota de La Jornada.

Para el secretario ejecutivo del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), Gonzalo Hernández, la pobreza actual es prácticamente la misma que la que se tiene desde 1992, de ser así ¿qué hicieron los gobiernos priístas y panistas en las últimas dos décadas con los cientos de miles de millones de pesos de recursos públicos que se destinaron a disminuir la pobreza? La respuesta sólo es una: corrupción.

PUNTOS SUSPENSIVOS... Los cambios en el gabinete resultaron una simple vuelta de tuerca para enfilar a más secretarios con posibilidades de competir por el PRI hacia la Presidencia de la República en 2018: Aurelio Nuño, secretario de Educación Pública, y José Antonio Meade, secretario de Desarrollo Social, se suman a la lista de aspirantes junto con Luis Videgaray, secretario de Hacienda; Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación, y el nuevo líder del PRI nacional, Manlio Fabio Beltrones.

oficiodepapel@yahoo.com.mx

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