La posibilidad de lo imposible

Para quienes confían en el alineamiento de los astros, la ciudad de Cleveland es un buen ejemplo de tal creencia. Los Cavaliers de Cleveland ganaron el campeonato nacional de basquetbol de la NBA. Los Indios de Cleveland ocupan el primer lugar de las ligas mayores de beisbol. Los Monsters, el equipo de hockey sobre hielo de la ciudad, ganó la copa más importante.

En Cleveland, tocada por la magia, se llevará a cabo del 18 al 21 del presente mes la Convención Nacional Republicana. El escenario nunca visto por su magnitud, recibirá a 2 mil 470 delegados, además de 2 mil 302 delegados alternos de los 50 estados, cinco territorios y el Distrito de Columbia.

Se acreditará a 15 mil representantes de los medios, un cuerpo casi tan amplio como el de los juegos olímpicos de Río. Se esperan 50 mil visitantes. Los delegados elegirán a Donald Trump como candidato a la presidencia del Partido Republicano, fundado por Thomas Jefferson.

Las propuestas de Trump más notorias, adoptadas casi todas por el Partido Republicano: rechazo al Obamacare, al derecho a las armas, el tamaño del gobierno, la política migratoria, el muro, la deportación de millones de mexicanos y la cancelación o reforma al TLCAN. No tienen sustento técnico, ni viabilidad económica o fáctica. Queda claro que no dependerán de Trump. Cancelar el programa de salud dependerá del resultado de las elecciones congresionales. Sería un grave retroceso social dejar sin servicios de salud a 20 millones y lo que la sensatez sugiere es mejorar el sistema de salud, no derrumbarlo.

En cuanto al tema de las armas, el debate está en marcha y prevalecerá el contenido de la Segunda Enmienda. Por lo pronto, en la Convención de Cleveland los asistentes podrán portar armas, lo que es un despropósito al vulnerar el principio universal de que las asambleas armadas no tienen derecho a deliberar.

La ofensiva a México es táctica política. No es ocurrencia, sino algo diabólicamente diseñado y perversamente manejado. Por primera ocasión desde la guerra de 47, México está en la agenda política de Estados Unidos. La tensión crecerá y México tendrá que preparar la defensa de los intereses nacionales ante el altamente probable triunfo republicano.

Al final, la Suprema Corte resolverá las propuestas controversiales. Se trata de una Corte compuesta por cuatro conservadores y cuatro liberales. La plaza vacante la analizará el Senado cuando cambie el gobierno. Además, el bloque liberal está integrado por varios ancianos, que pronto dejarán su cargo: Ruth Bader Ginsburg, 83 años, Anthony Kennedy 79 y Stephen Breyer, 77. De ganar Trump, las vacantes las ocuparán conservadores. En las elecciones de noviembre se elegirá al presidente y también a la corriente ideológica que prevalecerá en la Suprema Corte y que interpretará a su modo la Constitución.

Contrario al recato judicial, la jueza Bader Ginsburg dijo que “no quiere pensar en la posibilidad de que Trump sea el presidente”. Pero si llegara el caso, señaló que en EU “todo estará en juego” y que ella, por lo pronto, se iría a vivir a Nueva Zelanda.

En estos días Hillary Clinton está todavía cinco puntos por arriba. No obstante, conforme avance la campaña la distancia se acortará, pues Hillary no es querida.

Trump dice lo que la mayoría quiere escuchar, conoce el resentimiento de millones de blancos, ultranacionalistas, evangélicos, nativistas, y hasta racistas. Hillary tiene confianza en lo que sabe hacer, pero los estadounidenses no le tienen confianza por lo que ha hecho.

Cleveland será el inicio de una carrera a la presidencia en que los electores se guiarán más por los resentimientos, el miedo, las frustraciones sociales y el ánimo de revancha en contra de quienes son vistos como la amenaza extranjera: mexicanos, musulmanes, chinos, indios, terroristas. La Suprema Corte puede hacer que lo imposible se convierta en programa de gobierno o bien seguir una ruta de dignidad y congruencia política y moral.

Los astros dirán si se alinean con Trump, o si rescatan a Hillary de la desaprobación popular.

Miembro del SNI
@DrMario MelgarA