El 30 de agosto pasado, Juan Pablo Del Valle, el presidente de una de las empresas mexicanas más grandes y globalizadas, le escribió una carta a Donald Trump: “Le escribo como un mexicano y empresario que viaja regularmente entre ambos países, alguien que invierte en su nación y en la mía, y que en verdad cree que México y Estados Unidos sólo pueden ser grandes juntos”, le soltó.

“No llevo crímenes o drogas; lo que llevo es inversión, soy creador de empleos y produzco una variedad de componentes esenciales para los productos estadunidenses. Soy presidente del Consejo de Mexichem y hemos invertido más de 2 mil millones de dólares en Estados Unidos en los últimos cinco años”, agregó.

Por aquellos días y hasta unas horas antes de la votación en Estados Unidos, casi todas las encuestas favorecían a Hillary Clinton. Era la candidata con las mayores posibilidades de convertirse en la próxima presidenta del país más poderoso del mundo. Pero el destino lo cambió todo y los estadounidenses –quizá en un arranque, como dicen sucedió con el Brexit y el acuerdo de paz en Colombia– eligieron la opción menos probable: al outsider, el antiestablishment, al racista, al xenófobo, al misógino, a Donald Trump.

Ni el gobierno ni los empresarios mexicanos lo vieron venir y la reacción de algunos, incluso, fue de coraje. Fernando Chico Pardo, el dueño de Asur, cuyo aeropuerto en Cancún recibe a millones de estadounidenses todos los años, posteó en su cuenta de Twitter una imagen de Mahatma Gandhi con la frase: “Si hay un idiota en el poder es porque quienes lo eligieron están bien representados”. “Así de claro”, remató el empresario, quien hace un par de años compró el 49% de una de las navieras más importantes de Estados Unidos: Carrix, la controladora de SSA Marine.

Sin embargo, la consigna de la mayoría de los empresarios mexicanos que se expresaron en las redes sociales respecto del triunfo de Trump y sus posibles consecuencias, como la renegociación o cancelación del TLCAN, la construcción de un muro fronterizo, la aplicación de aranceles que harían inviable casi cualquier intercambio comercial y la retención de una parte de las remesas que envían nuestros paisanos, fue prácticamente la misma: la de unirnos y hacernos más fuertes.

“Es tiempo de ser fuertes, respetuosos y constructivos. Estados Unidos y México están destinados a ser socios, uno no puede tener éxito si el otro falla”, escribió en Twitter Juan Pablo del Valle, el empresario de 44 años que en agosto pasado, en su carta a Donald Trump, le pidió que si salía elegido presidente esperaba que fuera capaz de aplicar “el liderazgo positivo e innovador que necesita Estados Unidos y que nuestra época demanda”.

“La gran oportunidad de conquistar el resto del mundo y unirnos como país. Que el miedo no sea nuestra guía”, publicó a su vez Jorge Vergara, el dueño de las Chivas y de la empresa de suplementos alimenticios Omnilife, con fuerte presencia en Estados Unidos.

Por su parte, el empresario Alfredo Harp Helú, ex accionista mayoritario de Banamex, posteó: “Hoy comienza una forma diferente de trabajar, todos juntos a multiplicar esfuerzos. México es grande”.

“México regresará más fuerte y unido que nunca. En cada hogar, escuela y negocio. #RetomarLaGrandezaDeMéxico es la opción. ¡Juntos adelante!”, escribió a su vez Alejandro Legorreta, presidente del fondo de inversión Sabino Capital y del Value Investment Forum.

El presidente ejecutivo de Interjet, Miguel Alemán Magnani, se pronunció, de igual forma, por la unión y la fuerza: “Ni hablar, a seguir adelante con fe y trabajando duro”, expresó.

“Son un orgullo los mexicanos que viven en EEUU y pase lo que pase haremos todo para generar empleos dignos para ellos”, posteó el dueño de Genomma Lab, Rodrigo Herrera, quien fue secundado por Arturo Elías Ayub, el vocero de Carlos Slim: “Yaaaaa, a quitarnos esta cruda y a darle duro, con honestidad, alegría, esperanza y confianza”.

El presidente del Consejo Mexicano de Negocios y CEO de Cinépolis, Alejandro Ramírez, lamentó el resultado de las elecciones: “Este es un día sombrío para el mundo. La ignorancia, la intolerancia, el sexismo y la xenofobia triunfan en la elección de EU”, al igual que el ex presidente de Telefónica-Movistar, Francisco Gil Díaz: “Pobre de nuestro país y de nuestros compatriotas, qué resultado trágico”.

Y uno más, el inversionista Gustavo Tomé, alertó sobre las elecciones en México. “El país tendrá un proceso electoral en el 2018 y probablemente viviremos un escenario parecido (al de EU). Los invito a trabajar y formarnos para que resulte en la elección de un liderazgo honesto, transparente y próspero en beneficio de nuestro querido país”.

Posdata. ¿La unión es la fórmula para contrarrestar a Trump? No lo sé, pero al menos nos hará más fuertes… además, algo deben saber los empresarios sobre porqué las crisis son oportunidades, ¿no?

@MarioMal

mario.maldonado.padilla@gmail.com

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