Agustín Carstens seguirá por 7 meses más como gobernador del Banco de México, lo que nos permitirá tener un largo tiempo para despedirlo y sin motivos para inquietud en los mercados.

Seguirá presidiendo la Junta de Gobierno, pero lo más importante es que la Junta de Gobierno seguirá permanentemente viendo por el mandato del banco. El preservar el poder adquisitivo de las familias mexicanas y la política monetaria que hemos observado y que ahí se determina, en la Junta de Gobierno, ha mostrado el ahínco con que se ha dado cumplimiento. Es la ley, es la Institución y es la Junta de Gobierno que ve y cuida por ese mandato.

Sí, Agustín, como gobernador ha visto que se cumpla el mandato, al igual que lo hará durante los siguientes meses y la Junta de Gobierno, presidida por él, se ha dedicado a ver por la estabilidad macroeconómica y a cuidar la importante y delicada autonomía de nuestro banco central. La baja inflación que vivimos en la actualidad tiene que ver con esa vigilancia continua y con el insistir, incesantemente, en la disciplina fiscal que requiere la estabilidad de los precios en la economía. El banco, de acuerdo con la ley y la determinación de los integrantes de la Junta de Gobierno ha logrado reducir y mantener la inflación en los niveles más bajos de los últimos 50 años.

El prestigio internacional que tiene la institución se ha incrementado, sin duda, por el manejo y la presencia de Agustín. Recordemos que su prestigio le permitió ser candidato a la dirección del Fondo Monetario Internacional, y hoy su nombramiento por parte de los banqueros centrales, que forman el consejo del Banco Internacional de Pagos, no sólo confirma la calidad técnica y el prestigio de Agustín, sino también el prestigio de nuestro banco central, de sus miembros y de
sus subgobernadores.

Nuestro banco central es la institución. Agustín la ha personificado, pero también sus subgobernadores. Hay talento en la Junta de Gobierno. Cada uno de los integrantes forman también la institución. La sustitución de Agustín obedecerá al proceso que indica la Ley del Banco de México, esto es, los candidatos para sustituir al gobernador son precisamente los integrantes de la Junta de Gobierno, los subgobernadores. Todos ellos conocedores de la realidad financiera del país, de los vínculos entre las finanzas del gobierno, las variables financieras y la balanza de pagos, son conscientes todos de la importancia de mantener niveles suficientes en nuestras reservas internacionales y, por supuesto, conocedores de los efectos y consecuencias de las decisiones de la política fiscal y de la política monetaria en la vida económica del país y, en particular, en el poder adquisitivo de los ingresos de la población. Todos convencidos y defensores de que la principal variable que hay que cuidar en la sociedad es el ingreso de las familias, el ingreso real, lo que realmente pueden adquirir y ven, por lo tanto, que no se deteriore.

El Banco Internacional de Pagos tendrá a un muy buen director al frente de la institución. México tendrá a Carstens al frente del Banco Internacional de Pagos. Y en el Banco de México tendremos al frente a alguno de los subgobernadores, sin duda con el talento, la experiencia y la convicción de mantener cuidadosamente el mandato de nuestro Instituto central. Pero faltan 7 meses para el cambio, ya habrá tiempo para conocerlos y para que se plantee quién será el sustituto. Por lo pronto seguiremos teniendo a una Junta atenta y a un gobernador presente y dedicado. Los subgobernadores seguirán viendo que se cumpla el mandato del Banco de México y uno de ellos será el siguiente gobernador. Nada de qué preocuparnos.

Felicidades Agustín.

Director general del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP)

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