Los indicadores adelantado y coincidente publicados por el Inegi son contundentes, la economía mexicana se encuentra en un proceso de desaceleración que se ha profundizado durante el último semestre.

Por primera ocasión desde la crisis del 2009 ambos se encuentran con una tendencia negativa y en una zona que señala un desempeño productivo por debajo de su comportamiento potencial.

La cifra del indicador coincidente en abril no solo marcó que la economía sigue perdiendo fuerza, en realidad su mensaje más importante es que ese dato revirtió lo que en marzo parecía una incipiente recuperación y llevó su tendencia a un terreno negativo.

La principal explicación se encuentra en los resultados del conocido como sector real, es decir de la actividad industrial, los servicios, la agricultura, ganadería y pesca.

El primero ya tiene más de medio año exhibiendo una debilidad que se acrecienta, en tanto que el segundo ha dado las primeras señales de que su expansión se va a moderar.

El comportamiento de las manufacturas perdió vigor por la crisis que se vive a nivel mundial en dicho sector, y a la que un país primordialmente maquilador como México no puede escapar.

Su mejor salvaguarda ha sido que Estados Unidos, aún con síntomas de debilidad, tiene un mejor desempeño en las manufacturas que otras naciones desarrolladas y emergentes.

Durante el último año y medio el consumo privado fue el pilar del crecimiento económico, una fortaleza que impidió una mayor afectación por la contracción que las exportaciones registraron a finales del 2015.

No obstante, las cifras ajustadas por estacionalidad permiten observar que eso cambiará para resto del año. El Inegi reportó que en abril el Indicador Mensual del Consumo Privado en el Mercado Interior descendió (-) 2.2% respecto a marzo y solamente creció 1.2% en referencia al mismo mes del 2015.

Por primera ocasión en más de un lustro la tendencia de todos los componentes del indicador se han desacelerado o van a la baja.

Las ventas de la ANTAD ya habían enviado una primera señal: en mayo el aumento de sus ventas a tiendas iguales fue el más bajo desde diciembre del 2014.

No solo es el consumo, la debilidad también se observa en la inversión. Para el cuarto mes del año el Inegi reportó que la Inversión Fija Bruta, que representa los gastos realizados en Maquinaria y equipo de origen nacional e importado, así como los de Construcción, presentó una disminución real de (-)1.6% en el cuarto mes de 2016 frente a la del mes precedente.

De igual forma el reporte del Inegi informó que en su comparación anual, la Inversión Fija Bruta se redujo (-) 2.1% en términos reales en el mes de referencia. A su interior, los gastos en Maquinaria y equipo total descendieron (-) 3.8% y los de la Construcción (-) 1.8% con relación a igual mes de 2015.

El resultado se encuentra en línea con el comportamiento de los indicadores coincidente y adelantado: el sector real de la economía mexicana se encamina a una etapa de menor crecimiento que en algunos sectores se traducirá en la prolongación de la recesión que viven, por ejemplo en la minería.

Las expectativas de los empresarios y de confianza del consumidor confirman el escenario. En el primer caso, el componente que hace referencia a si es un momento adecuado para invertir exhibe el peor desempeño en los tres sectores que evalúa: manufacturas, comercio y construcción. Simplemente refleja que los empresarios tienen cautela sobre realizar nuevas inversiones.

Hay un hecho a resaltar, todo esto se registró antes del anuncio de un nuevo recorte al gasto público, del aumento en las tasas de interés, en los precios de la electricidad y combustibles.

La política restrictiva exacerbará lo observado durante la primera mitad del año: la estabilización financiera se impuso sobre el crecimiento, una historia recurrente durante los últimos 30 años.

Director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico

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