A continuación, un adelanto de temas que darán de qué hablar en los siguientes días:
1.- Cambios al modelo de comunicación político-electoral: el modelo de comunicación que nos dimos desde 2007, mediante el cual todo se centralizó en IFE, ahora INE, es ya inservible. La radio y la televisión lo han cuestionado desde hace años, pero recientemente la operación técnica se ha complicado, en demasía, al imponer a las transmisiones limitaciones geográficas y constantes cambios en los materiales que envían partidos y autoridades. También están las molestias a las audiencias por los millones de spots transmitidos. Esta queja se ha sentido con mayor fuerza en el presente proceso electoral, en buena medida, pues la Ley Electoral, por primera vez, permitió el espoteo partidista durante el proceso denominado “intercampañas”, con lo que todos los mexicanos llevamos desde el mes de enero viendo y escuchando ininterrumpidamente millones de spots políticos.
Como elementos para un cambio están también los vaivenes del Tribunal Electoral sobre cómo deben de ser los informes de servidores públicos en radio y TV; los absurdos intentos de censura desde el INE cuando estaciones de radiodifusión avisan —a sus audiencias— que seguirán spots electorales, o los fallos contradictorios de autoridades electorales sobre qué pasa con la publicidad que se pone en eventos deportivos (publicidad estática en estadios) y que incidentalmente se ve en las transmisiones de TV.
Pero, a pesar de los elementos arriba mencionados, el verdadero cambio vendrá dado que el uso de las redes sociales —que no están reguladas— están alterando el cómo se hacen las campañas electorales. Ya la mordaza que le han puesto a la radiodifusión no tiene sentido frente a la apertura que hay en las redes sociales. El ejemplo más claro de ello es la campaña del “independiente” Bronco en Nuevo León. Una campaña que prácticamente no tiene presencia en radio y TV está presente en todas las encuestas. Para unas, en primer lugar en la contienda y, para otras, hasta el tercero. Pero está al tú por tú contra las maquinarias electorales del PRI y PAN, que crearon un modelo electoral para no ser molestados por candidatos apartidistas. Datos reveladores: en cualquier canal de TV abierta visto en Nuevo León en la presente semana el PRI-PVEM tendrá 136 spots y el PAN 95 spots; el candidato independiente, apenas tres. Y si con esta desproporción el candidato independiente está figurando en las encuestas, gracias al uso de redes sociales (y al clima de descontento social que hay con los partidos), es señal incontrovertible de que el modelo estatista que nos dio la partidocracia en el 2007 ha llegado a su fin. Aunque algunos no lo quieran reconocer.
2.- Aristegui cabildeando en la Corte: El día de ayer los abogados de Carmen Aristegui cabildeaban intensamente, en la Suprema Corte, para que alguno de sus ministros atrajera, por su relevancia, el litigio que la comunicadora sostiene contra MVS Comunicaciones. Es un tema relevante para ella, pues versiones judiciales y de su equipo de abogados dan cuenta que esta semana el Quinto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa resolverá si el trámite que ha dado el juez Silva García al affaire Aristegui-MVS ha sido el correcto.
Todo apunta a que, así como el juez Silva, en las instrucciones que envió a MVS Radio para la mediación que se le ordenó tener con la comunicadora, adelantaba un fallo a favor de ésta, el Tribunal Colegiado estaría por definir que el litigio entre la comunicadora y un concesionario de radio no es materia de los juzgados administrativos, sino de juzgados laborales.
Esta decisión, de darse, acabaría de lleno con el litigio entre MVS y la comunicadora, incluso sin posibilidad de que el tema sea revisado por la Suprema Corte. Por ello la urgencia de los abogados de Aristegui en que algún ministro de la Corte pida atraer el tema antes de un fallo —que sería definitivo e inatacable— por el Tribunal Colegiado que estudia el tema.
El que el Poder Judicial Federal diga que los litigios entre concesionarios de servicios públicos y sus empleados no son temas a ser revisados por juzgados administrativos —juzgados que al día de hoy sólo ven temas de actuación del gobierno— dejará traquilos a los concesionarios de radio, televisión, telecomunicaciones, aeropuertos y carretras.
3.- AT&T por apertura en Estados Unidos y con secrecía en México: en Estados Unidos está por conocerse la decisión del Departamento de Justicia y de la FCC respecto a la fusión entre AT&T y DirecTV, anunciada hace ya poco más de un año. Actualmente, AT&T tiene un valor de mercado de 180 mil 200 millones de dólares (mdd), mientras que el de DirecTV es de 46 mil 200 mdd.
Conforme lo prevén analistas, al aprobarse esta fusión surgirá un jugador con un valor de mercado que rondará los 226 mil millones de dólares. Al igual que en todos los casos de concentraciones de operadores de telecomunicaciones en Estados Unidos, una vez que se conozca la autorización de las autoridades reguladoras se harán públicas todas aquellas condiciones que les impongan para que la misma prospere de manera definitiva. Esto también se hace con la finalidad de que cualquier competidor verifique cumplimiento y conozcan, todos, el panorama regulatorio vigente. El tema ha sido tan abierto que hasta se ventila en desplegados en la prensa estadounidense.
Lo contrario está aconteciendo en México con las adquisiciones que hizo AT&T de Iusacell y Nextel. En estos casos, el Instituto Federal de Telecomunicaciones optó por restringir la transparencia al no revelar las condiciones impuestas a AT&T para autorizarle la compra de las empresas de telecomunicaciones. Al grado de señalar, para el caso de Nextel, que dichas condiciones no podían ser reveladas dado que estaban “reservadas”. No se trata de conocer planes de negocios ni secretos industriales, pero sí una versión pública de los condicionamientos dados a AT&T.
Twitter: @JTejado
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