Wilmer Valdez, presidente de la Asociación Uruguaya de Futbol, aseguró que la Copa América es un torneo “armado” para que lo gane la Selección Mexicana. En otras palabras, Wilmer piensa que este evento es una farsa y un montaje.

Temeraria afirmación, que pierde la poca fuerza que tiene al ser pronunciada justo después de que Uruguay sucumbió ante el equipo dirigido por Juan Carlos Osorio.

Es una declaración sin fundamento alguno y la Conmebol debería poner cartas en el asunto y apercibir drásticamente al señor Valdez por andar diciendo gansadas.

¿Ustedes creen que escuadras como la brasileña o la argentina no anhelan conquistar la Copa o estarían dispuestas a allanarle el camino al Tricolor?

Mesura. La Selección hizo un buen partido en general contra Uruguay, pero es importante no caer en el triunfalismo. Hay que tomar esta victoria con mesura y analizarla en su justa dimensión.

Lo peor que puede hacer el equipo nacional es caer en un exceso de confianza antes de medirse hoy en California con la oncena de Jamaica.

Modernismo. Antes del inicio de la segunda mitad de la temporada 2016, la Liga Mexicana de Beisbol celebró en Monterrey su cena de gala, el home run derby, la entrega de anillos y el Juego de Estrellas con los mejores peloteros de las zonas Norte y Sur.

La organización de los Sultanes fue la anfitriona de un fin de semana súper beisbolero en la capital de Nuevo León. Roberto Magdaleno, director de la organización regia, consciente de que todo evoluciona, evitó la típica ceremonia de premiación y presentó un espectáculo vanguardista, perfectamente ensayado, con evoluciones circenses incluidas, en el salón Mónaco del flamante Pabellón M de Monterrey.

El home run derby es una experiencia muy entretenida para el público aficionado. La pelota se lanza a una distancia más corta de lo acostumbrado y los bateadores se dan vuelo conectando la esférica y tratando de mandarla detrás de la barda. Decenas de aficionados corren de un lado a otro dependiendo de si el bateador es derecho o zurdo, a la espera de algún batazo jalado que les entregue una bola de recuerdo. Al final ganó el italiano Alex Liddi de los Tigres de Quintana Roo en el Palacio Sultán.

Ahí estaba el legendario locutor chiapaneco Enrique Kerlegand, leyenda viviente de la crónica deportiva en México. ‘Míster 300’ se encuentra en excelentes condiciones a sus 78 años de edad, con la voz intacta y el ánimo a tope.

Me quedé con una excelente impresión de cómo la Liga Mexicana viene a más y evoqué el realismo mágico de García Márquez con nombres de peloteros que bien habrían podido encajar en algún personaje de los cuentos del genio de Aracataca. ¿Qué les parece éste? Atahualpa Severino. ¿O éste otro? Wirfin Obispo. Nombres hechizadores, que unen letras con diamantes.

heribertomurrieta65@gmail.com

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