Le dicen El Señor de la I. Se halla al frente de un grupo delictivo al que se conoce como Los de la Sierra. Desde hace años existe registro de sus actividades en el poblado de Chichihualco, Guerrero, pero no se conocen fotos suyas.

Chichihualco, el pueblo que desde hace décadas vive de coser balones de futbol, es la puerta de entrada a La Montaña, una de las dos zonas de Guerrero en donde se cultiva amapola.

Resulta, por tanto, un lugar estratégico para el tráfico de drogas.

Cabecera del municipio de Leonardo Bravo, Chichihualco no tiene más de 12 mil habitantes. Rara vez visita las páginas de nota roja de los periódicos. Mucho de lo que ahí sucede, ahí se queda.

Aunque con frecuencia ocurren en el pueblo cosas inquietantes.

Medio año después de la desaparición en Iguala de 43 normalistas de la normal rural “Isidro Burgos”, fue asesinado en Chichihualco Francisco Mendoza Villa. Le dieron un tiro en el rostro y le cortaron las orejas.

Francisco Mendoza era hermano de Nicolás Mendoza Villa, el hombre que señaló al alcalde de Iguala, José Luis Abarca, como autor material e intelectual del asesinato del líder del movimiento campesino Unidad Popular, Arturo Hernández Cardona.

Nicolás Mendoza había sido secuestrado por operadores de Guerreros Unidos que iban a dar un escarmiento a quienes bloqueaban carreteras y pintaban el palacio municipal. La noche de su secuestro oyó que el alcalde de Iguala le decía a Hernández Cardona: “Ya que tanto me estás chingando me voy a dar el gusto de matarte”.

Luego vio cómo el alcalde le volaba la cabeza de un disparo.

Nicolás se salvó de la muerte aquella noche porque pudo escapar mientras los sicarios lo acercaban al sitio en que iban a ejecutarlo.

Su hermano Francisco no tuvo tanta suerte. Lo sacaron de su domicilio en compañía de un niño. Al niño lo dejaron amarrado de un árbol, y a él se lo llevaron varios hombres armados. Apareció tirado en una cuneta.

Unos meses más tarde (diciembre de 2015) 19 cadáveres fueron hallados en una fosa clandestina de Chichihualco.

Cuando varios reporteros fueron a verlo, el presidente municipal les dijo que no tenía conocimiento de los hechos. El gobernador del estado, Héctor Astudillo, tardó un par de días antes de admitir: “Hoy me avisaron de la fosa en Chichihualco”.

Según el gobierno estatal, 17 de los cuerpos estaban “completos” y ocho “parcialmente calcinados”. Los primeros informes señalaron que los restos podían tener entre “un mes y un año”.

No tardó en aparecer en la capital del estado una narcomanta que señalaba como responsable de aquellas muertes a El Señor de la I, a quien la División de Investigación de la Policía Federal identificó como Isaac Navarrete Celis.

Antes de que terminara el año, Navarrete Celis —a quien se conoce también como El Señor de Chichihualco— colgó de un puente su propia narcomanta, en la que ofreció medio millón de pesos a cambio de datos precisos sobre los líderes de una organización rival: los hermanos Ángel y Efraín Villalobos, así como de su operador, Onésimo Castillo, alias El Bombón.

El Señor de la I disputaba con ellos la siembra y el trasiego de amapola en aquella zona de Guerrero.

Ángel y Efraín Villalobos fueron aprehendidos, uno en marzo y otro en agosto de 2016. Ambos acusaron al comandante de la 35 Zona Militar de apoyar al cártel de El Señor de la I.

Al poco tiempo, su operador, El Bombón, también fue detenido.

La División de Investigación reveló que El Bombón era yerno de uno de los líderes y fundadores de Los Rojos, José Nava Romero, asesinado en un palenque de Puebla en junio de 2013.

El Señor de la I se quedó como el único hombre fuerte en Chichihualco.

La gente del poblado habla de secuestros, de balaceras, y de enfrentamientos entre las policías comunitarias que se encuentran al servicio de Navarrete Celis con miembros de organizaciones rivales.

En julio pasado, la Policía Federal logró detener a uno de los colaboradores más cercanos del misterioso Señor de la I. Le apodaban El Amaury y estaba encargado “de la logística para la distribución y trasiego de heroína hacia Estados Unidos”.

Chichihualco no está en la prensa y hasta donde se sabe no existen fotos de El Señor de la I. Pueblo y narcotraficante ocupan, sin embargo, un eslabón crucial en el trasiego sangriento de la goma de opio.

@hdemauleon

demauleon@hotmail.com

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