Cuando paso revista a la patética historia de los dictadores que han asolado a sus países y en algunos casos al mundo entero, caigo en cuenta que salvo algunas muy honrosas excepciones aquello de que “quien la hace la paga” resulta más falso que un billete de 3 pesos, porque muchos de los tiranos han muerto en la cama sin saldar deuda alguna, ahí están los casos de Stalin, Mao, Chiang Kai-shek, Franco, Stroessner, Porfirio Díaz, Francois Duvalier y obviamente Fidel Castro, entre otros más. Hitler prefirió darse un tiro porque no ignoraba que llegaría a ser el criminal más perseguido en la historia de la humanidad. Mussolini murió acribillado a balazos; Nicolás Ceausescu, de Rumania, gritó “¡Viva la República Socialista de Rumanía! ¡La historia me vengará!”, momentos antes de ser fusilado, algo parecido a “la historia me absolverá”, de Fidel Castro. Rara tendencia, ¿no…? Leónidas Trujillo, Anastasio Somoza, tiranos caribeños, afortunadamente fueron asesinados y aunque con su muerte saldaron una pequeña deuda, al menos pagaron algo…

¡Qué gusto le hubiera dado a la mayor parte de la humanidad ver fotografías de los tiranos colgados al estilo de Sadam Hussein, junto con otra foto de George W. Bush, un criminal que debería pasar el resto de sus días, por lo menos, en una galera infernal como la de Guantánamo! Llama la atención que millones de personas lloren la desaparición física de los tiranos que los tuvieron tirados con la bota militar aplastándoles la garganta…

Detrás de cada tirano, por lo general, también hay un bandido. Los nazis reunieron gigantescas fortunas depositadas en los bancos suizos. Además de asesinos, eran rateros, al igual que Trujillo y Somoza, sin olvidar a Yasir Arafat, el líder nacionalista palestino, al que le encontraron, a su muerte, más de 2 mil millones de euros robados a las ONG que creyeron en él, cifra monstruosa que hoy disfruta su familia.

Fidel Castro, rico y violento desde niño, según la revista Forbes, el tirano que hoy es llorado también por cientos de miles de personas amantes de las dictaduras, “era el séptimo mandatario más adinerado del mundo, con una fortuna valuada en 900 millones de dólares, que lo ubica por encima la reina Isabel de Inglaterra…” Según denunció en su libro La vida oculta de Fidel Castro el teniente coronel cubano Juan Reinaldo Sánchez, miembro de la guardia pretoriana de Fidel, la fortuna se eleva a mil 200 millones de dólares. Asimismo, se ha dado a conocer la existencia de más de 20 mansiones, entre ellas su famosa residencia, Punto Cero, además de yates y criados y otros privilegios que conformaban la vida de lujo del comandante “comunista”.

Castro aseguró que dejaría el puesto si le llegan a probar una sola cuenta extranjera, cierto, sólo que nadie lo ataca por tonto, pero sí por ratero, no tardarán en salir a la luz las cuentas extranjeras a nombre de Constantino Paez Roselló, Max Marambio y Abraham Maciques. Finalmente, no se debe perder de vista el tráfico de cocaína a través de Escobar, descubierto por la DEA, que tuvo como resultado el injusto fusilamiento de Arnaldo Ochoa y once personas para cubrir las espaldas de Raúl y del propio Fidel. No tardará en investigarse el caso de Pepe Abrantes en el mundo del narcotráfico cubano…

¿Fidel, Carmelita Descalza? La verdad siempre aflora, es cuestión de tiempo…

@fmartinmoreno

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