A tres días de las elecciones, aumenta la tensión en Estados Unidos. Continúa la votación anticipada y los dos candidatos buscando los votos de los estados en disputa. En Florida, la joya de la corona, los latinos aumentan su votación anticipada. ¿Que Hillary Clinton va adelante? Sí, pero las distintas mediciones muestran una elección cerrada. Tal vez eso sea bueno para una mayor afluencia de los electores a las urnas.
Si le pregunta a alguien en la calle, en el supermercado, en la gasolinera o en el parque sobre si ya votó, por lo general lo miran con disgusto o sospecha. Si menciona a alguno de los candidatos, peor. La respuesta: “Perdone, no quiero hablar de las elecciones”. En Florida, Los Ángeles, Chicago, Michigan, Texas o Nueva York, coinciden, “estas son las peores elecciones vividas”. El país está dividido, pero sobre todo polarizado como nunca. La campaña del candidato republicano Donald Trump ha marcado el proceso con un sello de irritación, frustración, violencia y destrucción de las normas políticas elementales.
Lo bueno es que cada vez está más cerca el fin. Domingo, lunes, martes y… se acaba. Llegará el martes 8 de noviembre. Pero en los últimos días la tensión crece y está en todas partes. La elección de uno u otro presidente abre dos caminos para EU totalmente distintos. Donald Trump en la Casa Blanca, un presidente autoritario y sin experiencia que ha hecho del miedo, el odio y la violencia en las palabras y los slogans el eje de su campaña que ha recogido todas las frustraciones. Después del 8 de noviembre ¿algo de eso perdurará gane o no la presidencia? Hillary Clinton, la candidata con la mayor experiencia de gobierno, con experiencia política de partido y en el Senado. La candidata a la que el director del FBI dio un duro golpe con una investigación que no es tal y sin ninguna sustancia sobre nuevos e-mails, pero que trastocó su campaña en los días finales. Algo nunca visto.
Dicen que el peor enemigo político de Trump ha sido Donald a lo largo de su campaña, por su carácter irasible y la fragilidad de su discurso más allá de la propaganda y alentar la protesta. Por la torpeza de algunos de sus dichos no tiene límite, como el de que sabe más que los generales sobre cómo ganar la guerra, o que las fuerzas armadas son un desastre. A no pocos les da horror lo que gritan sus seguidores. En el caso de Hillary Clinton: “Lock her up”, algo que ningún anterior candidato presidencial se hubiera atrevido a pronunciar en contra de su adversario político. La huella que deja Trump es la incitación al odio que, bien lo sabe, puede traducirse en violencia, la falta de respeto entre políticos, que es posible mantener más allá de las discrepancias. Respecto a los mexicanos, “build the wall, kill them all”. Sus seguidores infunden temor, y más cuando dice Trump que tendrá vigilantes de la limpieza de las elecciones en los centros de votación. Jugarán, lo quieran o no, un papel inhibidor de la votación de las minorías, de afroamericanos o latinos.
La candidata demócrata, Hillary Clinton, por primera vez una mujer puede ser presidente de Estados Unidos, el país mas poderoso del planeta, la primera Commander in Chief, con amplia experiencia. Que ha cometido errores, pero cuyas políticas tendrán base sólida, serán institucionales y predecibles. Sin duda para ganar tiene un doble reto por ser mujer.
Un triple para gobernar por ser demócrata frente a una Cámara de Representantes bajo control republicano, el Senado podría hacer la diferencia si ganan los demócratas cuatro escaños. Hillary puede hacer historia, no será fácil. Tiene el apoyo de muchas mujeres. A pesar de la misoginia logró ser la primera mujer que postula uno de los principales dos partidos como candidata presidencial. Ninguna mujer jamás estuvo tan cerca de la Oval Office y tiene la capacidad para ser presidente. Si Hillary gana, será la mujer en el más alto cargo del país más poderoso. Va adelante y es posible. Se desarrolla en los últimos días, la campaña más salvaje, más competitiva. Trump y Clinton buscan los votos electorales para el triunfo. Nada está dicho.
Especialista en temas de América Latina y académico de la Universidad Iberoamericana
