La administración de Enrique Peña ha gastado una fortuna en espionaje. Asegura que el uso de inteligencia es para mantener condiciones de seguridad. Sin embargo, grupos criminales delinquen a sus anchas. Homicidios rompen récord. Corrupción e impunidad son sello de México.

¿Entonces, al servicio de quién está esa tecnología? La gestión peñista, en lugar de combatir al crimen, es señalada por espiar a periodistas, defensores de derechos humanos, activistas.

Desde febrero, organizaciones sociales indicaron que fueron blanco de ese monitoreo político. Nadie atendió el asunto. Hasta que The New York Times publicó un trabajo en el que retoma el impactante informe #GobiernoEspía.

Si la respuesta al editor del diario, por parte de un subalterno en Los Pinos, sorprendió, las declaraciones de Peña Nieto son de escándalo.

Ayer dijo que él también se ha sentido espiado, pero procura ser cuidadoso. Que espera que la PGR deslinde responsabilidades y aplique la ley a los que “levantaron falsos señalamientos contra el gobierno” (no a quien espió). Palabras dignas de una dictadura perfecta.

Indicó también que quienes se sienten agraviados no pueden “mostrar o evidenciar, siquiera, que su vida se haya visto afectada, lastimada...”. Caray, Presidente, pregúntele a las víctimas. Al menor de edad con quien de manera ruin se metieron.

El informe apunta al Ejecutivo federal. Aquí un recuento:

1.— El software Pegasus para hackear los celulares es de la compañía israelí NSO Group y se vende sólo a gobiernos. Fue adquirido por la PGR, Cisen y Sedena.

2.— Los objetivos fueron embestidos con infraestructura común.

3.— Los ataques se incrementaron en coyunturas críticas, donde el común denominador es el actuar de la autoridad federal.

Por ejemplo:

* Una de las acometidas contra Mario Patrón, del Centro Pro, se dio antes de que el GIEI presentara datos sobre Ayotzinapa.

* Carmen Aristegui, su hijo Emilio (adolescente en ese entonces), Rafael Cabrera y Sebastián Barragán recibieron en total 56 mensajes. El primero ocurrió dos meses después del reportaje de La Casa Blanca de Peña Nieto.

* Carlos Loret recibió 8 SMS, 6 de ellos cuando develó la ejecución extrajudicial en Tanhuato.

* Juan Pardinas y su esposa fueron agredidos al intensificarse la discusión de la Ley 3de3.

* Daniel Lizárraga y Salvador Camarena, cuando se anunció el proyecto de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad.

El malware es muy invasivo. Permite, entre otras cosas, controlar cámara y micrófono del móvil y acceder a los archivos.

Raymundo Riva Palacio, desde hace dos años, advirtió de esas prácticas. Este jueves, el portal Eje Central confirmó que fueron vigiladas 729 personas en el verano de 2015.

Después del posicionamiento de EPN sobre el tema, la duda ya no es si están dispuestos a investigarse a sí mismos. Sino, ¿de qué más serán capaces en este sexenio?

Urge una investigación independiente, el acompañamiento de instancias internacionales y la solidaridad de la sociedad mexicana.

Twitter: @elisaalanis

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