Desde que tengo uso de razón, tarde o temprano, todos los técnicos de la Selección terminan por “enloquecer”, les da por hacer cosas raras, sentirse inventores del hilo negro, dueños del futbol y por supuesto dar declaraciones disparatadas.

Afortunadamente, ‘Tuca’ no ha caído en esos excesos, porque no ha estado suficiente tiempo en el puesto para empezar a sentir los efectos devastadores de ocupar “la silla más caliente de México”; sin embargo, con dos partidos dirigidos y de manera interina, ha estado cerca, de modo que me voy a permitir, con el permiso de ustedes, señalar los excesos en los que ha incurrido.

Nuestro estimado “barrendero” es un viejo lobo de mar, de modo que se maneja en forma magistral durante las conferencias. Sabe cuándo ser directo, cómo esquivar las balas, contestar con alguna broma, utilizar analogías, responder con otra pregunta, ser serio o de plano salirse por la tangente. De modo que, de repente, “quiere dormir al velador”.

En una de las citadas conferencias fue cuestionado sobre “el tema del día”, el caso de Alan Pulido. Pienso que Ricardo Ferretti desaprovechó una gran oportunidad de, en su carácter de técnico del Tri, abstenerse de opinar. Digo, ya puso tiro ¿Qué va a ocurrir cuando esté dirigiendo a Tigres si le hacen preguntas de la Selección? ¿Con qué cara se va a negar a comentar si estando en la Selección contestó preguntas ajenas al equipo de todos y se puso a opinar del litigio que enfrentan Tigres y Pulido? Lo más inteligente era dejar pasar la pregunta, explicando educadamente que el cuestionamiento estaba fuera de lugar, pero ya sabemos que, a los timoneles nacionales les da por sentirse dioses.

Luego del empate ante Argentina, afirmó “estar conforme con el resultado”, al igual que lo estuvo con la igualada contra Trinidad y Tobago. Nadie le pide cuentas de las ausencias de Gio o de Memo o por dejar a Vela en la banca.

Poco explicó de los cambios que desinflaron al equipo, sobre todo, cuando sacó al ‘Gallito’ Vázquez y a Héctor Herrera. Cuando le presionaron afirmando que “A México le falta manejo de partido”, se salió por la tangente. Total, que estuvieron a punto de darnos el gusto de derrotar a los ches, pero en un par de minutos, nos voltearon el chirrión por el palito… ¡Qué felicidad!

ebrizio@hotmail.com

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