Como usted sabe, el cuadro básico se integra en su mayoría con medicamentos genéricos, es decir la fórmula de patentes que han perdido sus derechos, importándose la mayoría de sus componentes o materias primas.

Su costo, pues, ha crecido casi en proporción con la depreciación del peso.

La paradoja del caso es que adicionalmente se conocen presiones de una de las distribuidoras que concursaría con distintas fachadas, dado que su principal ha sido inhabilitada, para incluir un fármaco más al cuadro básico.

La pretensión de Savi es colocar en la lista el producto Xeomin toxina botulínica cuya prescripción apunta a problemas neurológicos derivados de accidentes cardiovasculares, tumores cerebrales o parálisis cerebral producto a su vez de traumatismos craneoencefálicos.

La posibilidad de revisar el catálogo del sector salud la tiene el Consejo de Salubridad General presidido por la secretaria de Salud, Mercedes Juan, en el que participa un Comité de Medicamentos que tiene como secretaria técnica a Rosa María Galindo Juárez.

En el Comité Técnico caben representantes del Instituto Mexicano del Seguro Social, el ISSSTE, el DIF, la Secretaría de Defensa Nacional, Pemex y la Secretaría de Salud del DF.

La supervisión la realiza la Secretaría de la Función Publica.

Naturalmente, la presión es intensa dada la magnitud de las compras que se realizan. En la “cola” están formados desde los laboratorios químico-farmacéuticos hasta los distribuidores y comercializadores.

El interés fundamental apunta a medicamentos asociados a gastos estratosféricos provocadas por enfermedades crónico-degenerativas o cáncer cervicouterino, mamario, testicular, en una lista que incluye también el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida.

El problema es que ante las restricciones presupuestarias el gobierno adquiera menos fármacos o cancele la inclusión de productos que podrían ser esenciales.

La que se prepara sería la tercera edición de un esquema que ha logrado importantes ahorros para el sector. El año pasado, para no ir lejos, se llegó a ocho mil 300 millones de pesos.

Liderada por el IMSS, la licitación la convocan 21 entidades federativas, cuatro más de las participantes el año pasado; el ISSSTE, la Secretaría de Salud y los hospitales de Pemex, la Secretaría de la Defensa Nacional y la de Marina.

La convocatoria para el concurso en el que participan sólo distribuidores, cuyo compromiso es abastecer a nivel nacional en tiempo y forma, se publicará la primera semana de octubre.

En el escenario el IMSS firmó un convenio con la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, a fin de garantizar en automático que las claves de los medicamentos estén debidamente en regla. Como usted sabe, el año pasado hubo un problema con un fármaco cuya clave no coincidía con la reclamada, lo que motivó la inhabilitación de Savi Distribuidora.

Las lupas, pues, están colocadas..

Balance General. A contrapelo de la promesa de la Secretaría de Hacienda de mantener inalterable el escenario fiscal durante el sexenio, el evidente embudo que se le colocó al desarrollo del país la obliga a recular.

El año próximo bajará al menos 2% el Impuesto sobre la Renta; regresará la deducción inmediata de inversiones y, la que apunta en materia de prestaciones sociales a los trabajadores.

Reversa, pues, frente al fracaso.

Sin embargo, del otro lado de la moneda se pelea la posibilidad de aumentar a su vez gravámenes como el Impuesto Especial para Producción y Servicios aplicado a bebidas alcohólicas y cerveza, además del que se implantó para refrescos.

Pemex provoca quiebra. Rebotado el peso del recorte presupuestal que le impuso la Secretariía de Hacienda por 62 mil millones de pesos hacia sus contratistas y proveedores, Petróleos Mexicanos está provocando la quiebra de pequeñas y medianas empresas que le entraron a la piñata.

La empresa productiva de Estado les debe 63 mil millones de pesos.

Las facturas se vuelven montaña en los escritorios de los administradores de Pemex Exploración y Producción y Pemex Refinación.

Como usted sabe, la ex paraestatal le rebajó el monto a contratos de empresas que le alquilaban plataformas, bajo el clásico lo tomas o lo dejas.

Las contrataciones en el capítulo están suspendidas.

Cuadros por casas. Al estupor de la “verdad histórica” ofrecida por el secretario de la Función Publica, Virgilio Andrade, a cuyo he dicho se eximió de la sospecha de conflicto de interés a los involucrados en la compra de la Casa Blanca y la mansión de Malinalco, cuya construcción y financiamiento estuvieron a cargo del Grupo Higa, contratista estelar del gobierno, se ofreció transparencia total en el procedimiento seguido.

Sin embargo, se borró del expediente el título de las pinturas valuadas en 2.9 millones de pesos, que se canjearon a cuenta del pago por la casona del Club de Golf de Malinalco adquirida por el secretario de Hacienda, Luis Videgaray.

El documento habla de que las obras artísticas habían sido obsequiadas al funcionario.

El resto se le pagó a Higa con un cheque que se cobró casi un año después.

Que no quede duda, había dicho el enérgico funcionario en lucha contra la corrupción oficial.

Mexicana a la SCT. En el insólito de la temporada, hete aquí que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes acaba de ganar un litigio vía el cual se le permite adjudicarse la marca Mexicana de Aviación.

La querella se había planteado el año pasado.

La gran incógnita es si la dependencia la utilizará como garantía para encarecer una nueva concesión, o colocaría el activo intangible en el fideicomiso que se creó a la cesión a acreedores de Mexicana del taller de mantenimiento aéreo MRO, para garantizar el pago de indemnizaciones a trabajadores que hace cinco años se quedaron varados.

Con 90 años de presencia en el mercado, la marca Mexicana de Aviación vale millones de pesos.

albertobarrancochavarria0@gmail.com

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