La trata de personas es un delito de lesa humanidad al que se le conoce como la Esclavitud Moderna, pues atenta contra la libertad y la dignidad de las víctimas. Bajo esta violación a los derechos humanos, se concibe un aberrante comercio de personas con muy diversas modalidades: la explotación sexual, trabajos forzados para ejecutar actividades delictivas y/o bélicas, servidumbre, mendicidad u otras formas de trabajo forzado, así como para la extracción de órganos y propósitos reproductivos, entre otros. Las víctimas son en su mayoría mujeres y niñas, pero también se han reportado más de un 20% de casos con hombres y niños.

La trata es un fenómeno mundial de características internacionales por el traslado de las víctimas para evitar su escape y anular su defensa. 130 países han reportado más de 2.5 millones de víctimas de la trata de personas, ya sea como país de origen, tránsito o destino. En México la explotación sexual, la venta de niños y niñas y las diversas clases de trata son un fenómeno que sucede todos los días y transcurre invisible. Por ello, visibilizar estas realidades nos permite entender un problema de fuertes dimensiones y repercusiones para todos aquellos que hoy se encuentran sometidos.

Las Naciones Unidas declararon el 30 de julio como el Día Internacional de la Trata, con el objetivo de hacer conciencia mundial sobre este terrible fenómeno. Esta es la segunda vez que se conmemora. En mi labor por el empoderamiento no puedo pasar por alto la obligación de darle voz al fuerte reclamo de cualquiera que hoy esté siendo víctima de este flagelo. Según el Diagnóstico Nacional sobre el Delito de Trata, en México cerca de 20 mil personas anualmente son víctimas de esta infracción, siendo más vulnerables las mujeres y niñas especialmente estudiantes, empleadas, trabajadoras domésticas, indígenas, campesinas y amas de casa.

No perdamos de vista que mujeres, niñas, hombres y niños de todas las razas, regiones y condiciones sociales, pueden ser víctimas de este terrible delito. Engaños, coacciones, sometimientos, intimidaciones, amenazas, abusos de poder son el medio idóneo para conducir de la libertad a esta forma de esclavitud.

Hago un llamado para que todos participemos activamente en campañas de información para la prevención de este delito. Entre más información tengamos y expliquemos o compartamos sobre este fenómeno y sus formas de coacción y engaño, mayor será la capacidad de prevenirlos.

El internet es una herramienta muy utilizada para la captación de víctimas. Por ello es muy importante supervisar a los niños en el uso de redes sociales, enseñarlos a proteger contraseñas y a no aceptar o responder a desconocidos, no citarse con nadie por esta vía, ni mucho menos dar información personal o familiar, desactivar los sistemas de GPS que no sean necesarios en los dispositivos móviles y revisar la seguridad de todas las aplicaciones electrónicas.

Para las mujeres se han identificado patrones recurrentes como el engaño mediante contratación laboral y por seducción o enamoramiento. Es común que en México, las trabajadoras domésticas sufran de explotación por servidumbre debido a la ambigua línea entre trabajo digno y un contexto donde se ha deshumanizado el trabajo y se han descuidado los sistemas de protección social. Esta modalidad de trata de personas pasa invisible o posa escondida bajo la fachada de trabajo y su denuncia es casi nula.

La trata de personas es la forma más moderna de esclavitud, que para el abolicionista inglés John Wesley es “la abominable suma de todas las villanías”. Este delito se comete en contra de personas vulnerables y como sociedad no podemos ignorarlo. Por ello insisto en este llamado para que juntos generemos espacios de participación familiar, empresarial y ciudadana para el debate y la erradicación de este grave delito. Sumemos nuestros esfuerzos para llevar nuestro mensaje de información y prevención a nuestro entorno. Una sociedad informada es una sociedad protegida.

Fundadora de la Fundación Angélica Fuentes

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses