Un mal dato mensual no marca una tendencia, pero si se repite el mes siguiente entonces comienza a preguntarte si no está pasando algo más. Una de las estadísticas más oportunas que aporta indicadores útiles de cómo se desempeña la economía provienen de la balanza comercial de mercancías de México que son difundidas por el Inegi y el Banco de México 25-27 días después del cierre del mes anterior. Como se está moviendo la economía de Estados Unidos (EU) y la del resto del Mundo, lo percibimos por las exportaciones no petroleras. En los primeros ocho meses de 2015 crecieron 4.3% en el primer caso, mientras que en el resto cayeron 4.6%.

Por otra parte, del desempeño de las compras al exterior surgen hipótesis interesantes de cómo se está comportando la actividad económica interna. Que las importaciones no petroleras acumuladas en los primeros ocho meses sólo hayan crecido 1.6% nos podría indicar una señal de debilitamiento; que también es aportada por la baja inflación registrada hasta la primera quincena de septiembre, por lo que no extrañó que unos días antes el banco central informara que “no se anticipan presiones generalizadas sobre los precios provenientes de la demanda agregada”, cuando decidió mantener en 3.0% la tasa de interés interbancaria diaria.

Sin embargo, los indicios de menor actividad económica nos los han venido dando desde hace tiempo los indicadores adelantado y coincidente del Inegi. En la gráfica de los ciclos económicos se observa que: 1) el indicador adelantado viene disminuyendo desde hace varios meses y se ubicó por debajo de la marca de 100, 2) el índice coincidente se ha venido desacelerando y que apenas supera la marca de 100, y 3) el índice adelantado cruzó al coincidente de arriba hacia abajo, alertando que en ocasiones anteriores ha sido una señal anticipada de recesión.

En el mejor de los casos, tendremos los próximos trimestres una fuerte desaceleración.

El Indicador Global de la Actividad Económica de julio de 2015 con cifras desestacionalizadas creció 0.1% respecto a junio y 2.1% en relación al mismo mes del año anterior, observándose un menor dinamismo en la actividad secundaria que depende más de las exportaciones y generalmente va más adelantada en el ciclo económico. Esto es, ya se registró moderación del crecimiento económico.

Las exportaciones automotrices cayeron 3.5% en tasa anual en agosto, no obstante en el acumulado del año crecieron 7.2%.

Mientras que a EU cayeron 0.3 en agosto al resto del mundo se redujeron 18.6%; acumuladas crecieron 7.9 y 2.4% respectivamente. Hay que esperar las cifras de los próximos meses, pero los indicios no dejan de ser inquietantes.

Al analizar las gráficas de las exportaciones de las mercancías que presentan la serie desestacionalizada y la tendencia-ciclo hay señales mixtas: se observa que las petroleras se han desplomado y que la tendencia de baja no se ha detenido; las manufactureras se han estancado desde hace un año y en el mejor de los casos seguirían en el mismo nivel; las automotrices parece que llegaron a un máximo y que comienzan a descender; pero, por el contrario las manufactureras no automotrices luego de haberse desacelerado desde finales de 2014, en los últimos meses han dado una ligera muestra de reactivación.

Respecto a las importaciones petroleras, la tendencia a la baja presentada desde mediados de 2014, ha cambiado drásticamente para mostrar una importante alza, que refleja la creciente importación de gasolina. Las compras externas de bienes de consumo se han incrementado desde principios de año a pesar de la depreciación del peso; sin embargo, pareciera que se están acercando a un máximo si consideramos que entre 2013-2015 han mostrado ciclos oscilatorios. Desde principios de año, las de bienes intermedios crecen moderadamente, pero parece que se irán desacelerando y las de bienes de capital, luego de una fuerte reactivación se han ido moderando en los últimos meses.

Un sector externo que había sido el más dinámico apoyado en la economía de EU se está debilitando por la desaceleración del resto del mundo; mientras que un sector interno que venía reponiéndose de la reforma fiscal, no alcanza a reactivarse por los bajos ingresos, la desconfianza, la corrupción, así como por el efecto de los recortes del gasto.

* Maestro en Economía.
E-mail pabloail@yahoo.com.mx

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