La producción industrial creció 1.0% en 2015 desacelerándose respecto al alza de 2.5% registrada en 2014. Su pobre desempeño estuvo influido por una fuerte caída de la minería (-5.8%), afectada por una baja de la misma magnitud de la extracción de petróleo y gas; pero que estuvo apoyada por un alza de 2.5% del sector de la construcción, de 2.9% de las industrias manufactureras y un aumento de 3.8% de la generación de electricidad, suministro de agua y gas, ligado a un mejor desempeño del sector terciario.

Si consideramos la tendencia del sector de minería, se esperaría que siga cayendo en 2016 a una tasa similar a la de 2015, a pesar de que la no petrolera ya reportó un alza de 1.7% en 2015 alentada por el dinamismo de algunas ramas de la manufactura. Por su parte el PIB de los servicios relacionados con la minería cayó un 19.3% en 2015, lo cual representa un mal augurio para la extracción de petróleo y gas.

La generación de electricidad, agua y gas está marcando una desaceleración considerando que se redujo 0.8% en comparación al índice de noviembre y que en tasa anual creció 1.9% en diciembre, es decir la mitad lo que se incrementó en 2015. La reducción de las tarifas no fue por los buenos resultados de la reforma energética, sino por el incremento de los subsidios otorgados por la CFE, que han incrementado las pérdidas de la empresa, y a su vez ha generado protestas de los productores privados, quienes han indicado que ello los colocan en desventaja para competir.

Aunque el crecimiento de la construcción en 2015 fue mejor que el de 2014 (2.5% vs. 1.9%), el cierre de año ha mostrado una tendencia a la baja, al caer 1.7% en tasa anual en diciembre, acentuando la caída registrada en noviembre, lo que resulta desalentador porque se interrumpe su reactivación, luego de la fuerte caída registrada en 2013 (-4.8%). Cabe destacar, que la Edificación cayó 1.8% en diciembre y creemos que la volatilidad cambiaria está afectando a la vivienda residencial que se valúa muchas veces en dólares, por lo que no extrañaría que algunos proyectos inmobiliarios se pospongan hasta que se disipe la incertidumbre financiera.

Las constructoras se vieron afectadas por la reducción del gasto de Pemex y CFE en -8.3% y -7.1% respectivamente en 2015, y en general por una fuerte disminución de la inversión física del sector público (-8.3%). Sin embargo, no sólo la cancelación de la obra pública las ha afectado, sino también el retraso en el pago, que en el caso de Pemex llega a extenderse a más de un año. Ha sido tal el estrangulamiento financiero, que ICA se ha visto obligada a denunciar públicamente el hecho. En la prensa ha trascendido un trato discriminatorio, ya que la empresa española OHL, en la que laboró como alto ejecutivo el ex director de Pemex, Emilio Lozoya, se ha visto beneficiada no sólo por el otorgamiento de obras, sino por los contratos francamente lesivos para el erario público como el Circuito Mexiquense, escándalo que paradójicamente estalló primero en la prensa española.

La tendencia a la baja del PIB de la construcción que se registró a finales de 2015, continuará en 2016, puesto que desde de que se presentaron los Criterios Generales de Política Económica para 2016, se anunció una disminución del gasto de capital en 21.0% en términos reales. Esto sin considerar el recorte que está por anunciar la SHCP, por lo que se cancelarán más proyectos de inversión.

Las industrias manufactureras siguen con una tendencia de alza, pero más atenuada. Por subsectores, el desempeño fue contrastante en 2015. Destacó el crecimiento de Fabricación de equipo de transporte (7.0%); Fabricación de equipo de computación, comunicación y accesorios electrónicos (6.9%) orientados directa o indirectamente al exterior; y de otros más vinculados al mercado interno como Fabricación de productos textiles, excepto prendas de vestir (10.1%) y la Industria de las bebidas y del tabaco (5.9%).

En cambio, hubo caídas en subsectores como Fabricación de productos derivados del petróleo y del carbón (-7-7%), Industrias metálicas básicas (-3.8%) y Fabricación de maquinaria y equipo (-0.6%), que reflejan el abandono de la refinación y petroquímica; la pérdida de competitividad y la contracción de la inversión.

La desaceleración de la industria en EU. y el debilitamiento del mercado interno, afectado por una política fiscal restrictiva y por una esperada alza de las tasas de interés, influirán para que en el mejor de los casos el PIB manufacturero crezca 2.0% en 2016.

Maestro en Economía

e-mail: pabloail@yahoo.com.mx

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