México está en la calle

A pesar de muchos de sus políticos y de lo que estos no han hecho por el país, no podemos negar el progreso que ha tenido México. Sin embargo, y en un ejercicio de comparación con algunas ciudades del mundo, nos hemos quedado muy cortos en puntos muy específicos y esa es allá gran diferencia.

He tenido la oportunidad de participar, de diferentes formas, en diez Juegos Olímpicos, 40 años en algo qué ver con el deporte a nivel mundial. Desde México 1968, Atenas 2004 (como ministro del deporte), hasta Río 2016, y créame, ha sido una satisfacción trabajar para el deporte, aunque debo decir que por estar cien por ciento metido en mis labores, no me había percatado de algunas situaciones.

Ahora que he visto la vida desde un punto de vista diferente, me di un tiempo para conocer algunas partes del mundo, sin que esos viajes tengan que ver con algo de trabajo. Y así tuve la oportunidad de conocer varias ciudades de Europa que me dejaron impresionado por cosas tan simples, que si las aplicarán nuestros políticos, México sería muy diferente.

Al llegar a Copenhague, por ejemplo, lo primero que te mencionan es que visites el ayuntamiento. ¿Por qué? Quieren dar una primera buena impresión de lo que en nuestra Ciudad de México serían las delegaciones políticas, pero con una notable diferencia, por eso digo que estamos en la calle.

Mientras en los últimos 20 años ha habido crímenes graves en la Ciudad de México, cuando en voz del anterior jefe de Gobierno y del actual se escucha que es una de las ciudades más seguras del mundo, en la capital danesa el nivel de seguridad es verdaderamente alto por la manera en que trabajan sus autoridades para que así sea. No quiero decir que sea perfecto o que no pueda presentar algún incidente de violencia, pero son mínimos.

No quiero menospreciar a México ni al progreso que ha tenido, pero te das cuenta de que dicho progreso sería mayor si no existieran esos políticos a quienes solamente les interesa enriquecerse de una forma impune, sin control o castigo. Qué diera porque las delegaciones se manejarán con la pulcritud de lo que he visto en Europa, con servicios para la gente local y para los turistas, con el deseo de buscar la seguridad para quienes viven y visitan estas ciudades.

En Copenhague, los impuestos son altísimos, pero la autoridad los utiliza para mejorar la vida social. Les cobran muchos impuestos, pero la gente está feliz porque ve reflejado este dinero en muchos aspectos de su vida. Otro ejemplo: nobleza, políticos y empresarios no suelen utilizar seguridad personal porque no la necesitan al salir de la calle, en el caso de los servidores públicos, no tienen que hacer ese gasto y mejor lo utilizan en cosas más importantes.

México es tan rico en tantas cosas y no las aprovechamos como se debe. En cierta medida todos somos responsables de ello y debemos asumir esa responsabilidad desde donde nos toca. Exigir, pero colaborar. Respetarnos unos a otros, y presionar a los políticos ante la corrupción y la impunidad que no dejan a nuestro país estar a la altura de otros lugares del mundo.

Profesor