Esta semana se realizaron dos comparecencias, una en la Cámara de Diputados y otra en la Cámara de Senadores. Una pérdida de tiempo para los legisladores, para el director general de la Conade y para la sociedad, ¿Por qué? Simplemente porque no se abordó la verdadera problemática del deporte en nuestro país y mucho menos se llegó a la conclusión de lo que realmente sucedió en Río y los resultados que se dieron en los olímpicos.
Es una desgracia que los responsables de las mesas directivas en ambas cámaras asignen a personajes que no tienen idea de cómo se maneja el deporte a nivel mundial y nacional, bueno, a ningún nivel. Es irresponsable que en este tipo de encomiendas los diputados y senadores se presenten sin ver los verdaderos problemas y que no tengan la más mínima idea de la Ley General  de Cultura Física y Deporte.
No quiero polemizar con ellos porque al final son servidores públicos, elegidos por el pueblo, pero que entiendan que cuando se va a trabajar en cosas tan importantes, tienen que estar enterados de los manejos presupuestales del deporte nacional, y sobre todo entender que entre más recursos se inyecten  debe haber un resultado producto de dicha inversión.
Si en el sexenio de Vicente Fox se tuvieron cuatro mil 500 millones de pesos de presupuesto, en el de Felipe Calderón  23 mil millones y en el actual sexenio cerca de 25 mil millones, el ejercicio lógico dicta que debió haber mejores resultados y no solamente en Juegos Olímpicos, sino en todo tipo de competencias en las que participó un atleta mexicano. Y por supuesto no solo el aspecto competitivo sino también estar atentos de la salud de los deportistas mexicanos.
En esta comparecencia no se abordó el tema de cómo se utiliza el presupuesto y cómo planear a partir de esa inversión. Por el contrario, se fueron con los chismes, con la imagen del funcionario. Y no me interesa defender al director general de la Conade, sino cómo se dan las cosas en este país, porque ningún diputado ni senador cuestionó lo ocurrido desde el inicio de este sexenio, cuando el ex director de Conade, el licenciado Jesús Mena, y el presidente del COM, Carlos Padilla Becerra, hicieron ver a la sociedad y a las máximas autoridades de este país que sería un sexenio sin precedentes. Porque con los recursos que se les asignaron, alcanzaba para todo, pasaron cuatro años y se tuvieron resultados mínimos, eso nadie lo mencionó en la comparecencia.
¿Qué pasó con la aceleración a inicio de sexenio para modificar la Ley de cultura Física y Deporte? Recuerdo que anunciaron con bombo y platillo una nueva ley que fue promovida por el pasado presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, el diputado Felipe Muñoz Kampas. Qué pasó con ese cambio, en el cual de forma acelerada se destruyó una asociación civil llamada CODEME, que tampoco servía para mucho, pero cuando menos era una institución que procuraba la legalidad de las federaciones deportivas nacionales y existía una coordinación con ella. A partir de ese momento, las federaciones han andado sueltas porque esta nueva ley marca la responsabilidad de supervisión al COVED (Consejo de Vigilancia Electoral Deportiva), y este organismo simple y sencillamente no ha sido constituido como lo marca la ley desde abril del 2013.
Este desconocimiento tan grande ha permitido a las federaciones y al COM hacer sentir a la sociedad que son ellos quienes deben regular el deporte de alto rendimiento y formar  las selecciones nacionales, cuando la propia carta olímpica marca claramente cuáles son sus funciones y no son éstas.
Es triste darse cuenta, también, que este país no tiene memoria, porque nadie se acuerda de que estos problemas vienen cada que hay un cambio en las cabezas de los proyectos, en cada inicio de sexenio.
Las comparecencias se fueron por los números que lo único que nos  mostraron fue que a mayor inversión menores resultados. No quiero hacer sentir a los deportistas sin rumbo, sin una dirección; hubo resultados, por muchos de ellos, más allá de las medallas. Deportistas que ni yo, ningún federativo y mucho menos el COM y la CONADE tenían en la mente. Fueron resultados buenos, pero no suficientes de acuerdo a la inversión que ha hecho este país.
 Señores legisladores, por qué jamás preguntaron del programa “ponte al 100” en el que hubo un gasto exagerado que no ha servido para que el mexicano tenga una mejor salud a partir de la actividad física. Por qué jamás le preguntaron qué se hace con la infraestructura deportiva que se construye cada seis años. Una comparecencia con esas preguntas hubiera sido más contundente y con más planeación hacia el futuro. No soy quién para juzgarlos, pero ésta comparecencia hubiera sido histórica si hubieran hecho sentir a las asociaciones civiles, que tienen que comportarse como marca la ley. Será complicado que se vuelva a presentar un cuestionamiento a quien dirige el deporte en este país como éste y es una lástima, que después de estas dos reuniones no se trascenderá para tener un mejor deporte en México. Está claro que estas comparecencias pudieron ser más profesionales.

Profesor

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