En 2016 se elegirán más de mil 300 cargos para alcaldías, diputaciones locales y 12 gubernaturas. Además de la logística que esto implica, no debemos olvidar la relación que en los últimos años ha existido entre los procesos electorales y la violencia: homicidios de candidatos, intimidación de la ciudadanía por parte del crimen organizado, vinculación de los postulantes con grupos delincuenciales, etcétera.

Sin ir más lejos, baste recordar que en las elecciones federales del año pasado el INE alertó sobre el riesgo en 15% de las casillas electorales, destacando entre las zonas más recurrentes Tamaulipas, Sinaloa, así como el norte de Veracruz que forman parte de los estados donde este año se tienen programadas jornadas electorales el próximo 5 de junio.

Respecto a la vinculación de los candidatos con el crimen organizado, se han colocado sobre la mesa una serie de propuestas para hacer la respectiva limpieza de candidatos.

Algunos han propuesto realizar evaluaciones de control de confianza para los candidatos. El año pasado, el PRI anunció su sistema para demostrar que sus aspirantes no consumen sustancias prohibidas o tienen vínculos con organizaciones criminales. Esta medida resulta caricaturesca, porque si la evaluación la realizan los propios partidos, los resultados carecen de confiabilidad.

El PRD se sumó a esta propuesta, y el año pasado informó que candidatos del PRD fueron evaluados en el Centro de Control de Confianza de la SSPDF. Asimismo, el PAN también solicitó a la SSPDF las evaluaciones correspondientes.

Al respecto, mi opinión es que como ocurre en la evaluación a policías, el control de confianza sólo representa una fotografía del momento que no necesariamente mostrará todos los antecedentes de los candidatos, por lo tanto será necesario ir más a fondo.

La propuesta más descabellada es la del PRD y el PAN, que consistió en la petición a la PGR y al Congreso de que les alerten de candidatos con vínculos con el crimen para evitar casos como los aberrantes nexos que ya han registrado. Esto, francamente me parece que fue un intento de endosar la responsabilidad a otros, cuando los partidos tendrían que estar haciendo lo propio para registrar candidatos honestos para la ciudadanía.

Por nuestra parte, la propuesta es concreta, queremos candidatos con antecedentes dignos para ocupar los cargos públicos, y los partidos políticos deben hacerse responsables de esto, siguiendo cuando menos los siguientes requisitos básicos:

Que los candidatos registren su 3 de 3 (http://tresdetres.mx/#/), que contempla la declaración patrimonial, declaración de intereses y declaración fiscal. Así, en tanto se juntan las firmas para que sea discutida como iniciativa de ley (http://ley3de3.mx/), los aspirantes mostrarían su compromiso político y tendremos elementos para evaluarlos.

Que los partidos políticos no sean omisos de los antecedentes de sus candidatos. Sin duda, ellos a nivel local deben conocer todas sus “mañas” e ignorar eso sería como darle vueltas al lodo en el que están metidos. En otros procesos electorales hemos sido testigos de que hay postulantes con nexos con el crimen, los ciudadanos lo han denunciado y no se hace nada.

Que los partidos políticos no otorguen candidaturas por compadrazgos o compromiso político, queremos aspirantes con calidad moral probada, y comprometidos con la ciudadanía.

La limpieza debe ir a fondo para que logremos blindar nuestros gobiernos contra el crimen organizado. Ya no queremos gobernantes corruptos y coludidos con la delincuencia.

Además es momento para exigir que las campañas no se basen en el espectáculo fácil, la victimización y las verdades a medias, sino en propuestas que den continuidad a lo que se ha hecho bien, y ofrezcan soluciones realistas a lo que se ha hecho mal.

Presidenta de Causa en Común. @MaElenaMorera

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses