Nos quedan pocos días para terminar 2015 e iniciar un nuevo año. Este cambio no significa un borrón y cuenta nueva (como los sexenios gubernamentales), sino representa la oportunidad de iniciar nuevos proyectos y sobre todo de dar continuidad a los que hemos iniciado, evaluarlos y consolidarlos.

Sin duda, mi mayor deseo es que los ciudadanos y las autoridades trabajemos conjuntamente para mejorar la seguridad, que los servidores públicos realmente se comprometan para “Construir un México Seguro” como en días recientes ha conminado el presidente. Por ello, en materia de seguridad mis deseos para 2016 son:

Que disminuya la incidencia delictiva de todos los delitos, en particular que el secuestro se reduzca a un dígito en todos los estados de la República.

Que se abata la impunidad, que las autoridades generen la confianza para que la ciudadanía denuncie y se acote la cifra negra que de acuerdo a la Envipe 2015 alcanza el 92.8%.

Que contemos con un sistema único de llamadas de emergencias 911 que permita que todas las personas que requieran del apoyo en un incidente tengan la confianza de llamar, porque serán atendidos de manera eficaz y en el menor tiempo posible.

Que el Nuevo Sistema de Justica Penal esté en pleno funcionamiento en junio de 2016 y que todos los jueces, agentes del MP, peritos y policías estén capacitados. No sólo queremos números de capacitaciones, sino que aspiramos a tener la certeza de que todos los servidores públicos comprenden los contenidos y son aptos para cumplir con sus nuevas funciones.

Que inicie el proceso para que todos los mexicanos contemos con la Clave Única de Identidad que nos proteja del robo, usurpación y facilite los trámites ante bancos, oficinas de gobierno, entre otros.

Que la Comisión Especial de Desarrollo Policial comience a sesionar y que su contraparte en el SESNSP realice las funciones para las que fue creada. Sólo así, el Desarrollo Policial será la regla y no la excepción.

Que los estados se abran a la supervisión externa de sus policías para que más ciudadanos comprendan qué es la vocación de servicio del policía y se involucren en ser parte de la solución a los problemas de inseguridad.

Que la consulta sobre la marihuana sea para discutir y transformar la actual política de drogas y no se quede sólo en el alucine.

En política hay mucho que decir, pero algunos de los deseos para el próximo año son:

Que los gobernadores no vean sus estados como un botín político y económico y que trabajen para mejorar la calidad de vida de la gente, que no sean omisos y hagan lo que les corresponde en coordinación con los gobiernos federal y municipales.

Que los partidos políticos dejen de repartir tarjetas con supuestos beneficios sociales a costa de los contribuyentes.

Que las autoridades no sean corruptas, que la Secretaría de la Función Pública y sus homónimos en los estados, exijan rendición de cuentas de los servidores públicos para evitar el enriquecimiento ilícito y los conflictos de interés. ¡Ya no queremos más casos de corrupción y opacidad!

Estos son algunos de los objetivos por los que desde la sociedad civil estaremos trabajando el próximo año, para que se conviertan en realidad y vayamos más allá de los buenos deseos.

De manera personal deseo que sus propósitos se hagan realidad, y que todo lo expresado anteriormente se cumpla para que juntos con nuestras familias podamos disfrutar de la paz y tranquilidad que merecemos. ¡Un abrazo y feliz año nuevo!

Presidenta de Causa en Común.
@MaElenaMorera

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