El Consejo Coordinador Empresarial (CCE), como articulador del sector privado en México, cumple 40 años de historia. Al interior del Consejo, hemos aprovechado este aniversario para reafirmar el papel de los empresarios de cara a los desafíos que enfrentamos como Nación. Creemos que es fundamental ser activos y propositivos, a fin de encauzar la unidad nacional hacia la acción transformadora y construir una economía más fuerte e incluyente para todos los mexicanos.

Hace 40 años, tras una crisis que devaluó el peso, una inflación rampante y una deuda pública incontrolable, los empresarios mexicanos decidieron sumar esfuerzos para impulsar una política económica más responsable. El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) nació como un proyecto del sector privado para tener una participación coordinada en la solución de los problemas nacionales.

Con el apoyo de la iniciativa privada y sus organismos de representación, a lo largo de estas cuatro décadas se ha logrado mucho. El sector privado ha defendido y promovido la estabilidad económica, la autonomía de la política monetaria, la despetrolización de la economía, la apertura comercial hacia el resto del mundo y la competencia en los mercados internos. México ha pasado de ser un país donde el proteccionismo frenaba la innovación y el desarrollo de la industria a uno donde la competencia global ha desatado nuevos procesos productivos y comerciales que hoy nos colocan como una de las economías más dinámicas del hemisferio.

Hoy, México sigue enfrentando grandes desafíos. Pero los mexicanos podemos continuar padeciéndolos o empezar a resolverlos. La coyuntura nos ha convocado a la unidad nacional. Hoy, los empresarios proponemos que esa unidad esté dirigida a la acción. Por eso, desde su XXXIV Asamblea General Ordinaria, el CCE presentará “Acción México: la agenda pública del sector privado”, que refrenda el compromiso del empresariado por encontrar una ruta compartida hacia el desarrollo.

¿Hacia dónde tenemos que ir? En virtud de nuestra visión global, hacia una economía dinámica y competitiva, marcada por la expansión del mercado interno y del volumen y diversificación de las exportaciones; más integrada en lo interno y externo, entre empresas de distintos tamaños, sectores y regiones; potencializada por encadenamientos productivos y clusters que impulsen la generación de valor y el desarrollo de nuevos motores del crecimiento y de empresas.

Construir una economía para el Siglo XXI necesariamente tiene que insertarse en las exigencias de la economía del conocimiento, basada en el desarrollo de la productividad, la innovación y el desarrollo científico y tecnológico; en otras palabras, se construye a partir del capital humano. Por lo tanto, es urgente consolidar la reforma educativa y poner en marcha un fuerte programa de inversión orientado al desarrollo del talento de los mexicanos. La educación y capacitación en todos los niveles debe ser de excelencia para que logremos escalar en nuestras capacidades técnicas y de innovación tecnológica.

Es tiempo de actuar para cerrar las brechas los mexicanos. Es momento de implementar acciones para fortalecer nuestro Estado de Derecho, sentar las bases del crecimiento económico y el desarrollo social. Es hora de generar más para distribuir mejor. Es tiempo de Acción. Como hace 40 años, la coyuntura exige una respuesta constructiva de parte del sector privado y los empresarios mexicanos responderemos a la altura de las circunstancias, jugándonosla por México y apostando por el futuro.

Presidente del Consejo Coordinador Empresarial.
@jpcastanon

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