La semana pasada, al igual que cada cuatro años, dieron inicio los Juegos Olímpicos, ahora, en la ciudad de Río de Janeiro. Se trata, sin lugar a dudas, del evento deportivo más importante y más esperado alrededor del mundo. Los mexicanos, al igual que los ciudadanos de otros países, seguramente pasaremos muchas horas frente al televisor para ver gran diversidad de competencias deportivas, algunas de ellas verdaderamente espectaculares.

El momento de gran exposición deportiva que estamos viviendo parece oportuno para hacer una reflexión en torno a uno de los hábitos que nos es común a los mexicanos y que cada vez tiene un costo mayor para nuestra salud y nuestra economía: el sedentarismo.

México es uno de los países con mayores problemas de obesidad. Según la revista Forbes, México ha superado a Estados Unidos como el país con más personas obesas en el mundo. Aproximadamente 70% de los mexicanos padece sobrepeso y casi una tercera parte sufre problemas de obesidad. Un tercio de los jóvenes también la padece y, lo que es peor, la cifra se ha triplicado en los últimos 10 años.

Un estudio reciente del Instituto Mexicano para la Competitividad A.C. (Imco) aporta algunos datos verdaderamente preocupantes: 73% de los adultos y 35% de los niños y adolescentes tienen problemas de sobrepeso u obesidad, es decir, 60.6 millones de personas (52% de los mexicanos) sufren de esa condición. El sobrepeso y la obesidad, asociados con enfermedades cardiovasculares y diabetes, es el principal factor de riesgo de discapacidad y muerte para los mexicanos.

¿Cuánto nos cuesta la obesidad? No existe información al respecto pero, el mismo estudio del Imco aporta un dato que nos puede dar luces sobre la magnitud del problema. Existen en México más de 8 millones de diabéticos. Los costos sociales por dicha enfermedad ascienden a más de 85 mil millones de pesos al año. De esta cifra, 73% corresponde a gastos por tratamiento médico, 15% a pérdidas de ingreso por ausentismo laboral y 12% a pérdidas de ingreso por mortalidad prematura.

Nuestro país enfrenta un desafío muy grave de salud pública. Creo firmemente que como sociedad tenemos la obligación de tomar conciencia del problema y realizar una transformación profunda para que la gente abandone la vida sedentaria y realice actividades físicas.

El deporte es una herramienta poderosa para prevenir estos problemas. Además, el deporte es también fundamental para alejar a los jóvenes de las adicciones, del alcohol y las drogas. Y no sólo eso: el deporte también es un factor fundamental para forjar el carácter. El deporte enseña a lograr las cosas con esfuerzo, a trabajar en equipo, a perseverar ante los retos. Promover el deporte no es tarea exclusiva del gobierno: en las escuelas, en los hogares, en las familias es donde se inculca con el ejemplo el amor por el deporte, es importante que toda la sociedad se integre a este esfuerzo porque todos sabemos que no es fácil lograr el cambio de actitud que se requiere para pasar de una vida sedentaria a una activa. Por eso, los padres de familia, los medios, las empresas, en fin, toda la sociedad debe unirse a este esfuerzo.

En cada persona que camina, que trota, que anda en bicicleta, que sube las escaleras en vez de tomar el ascensor está el cambio que nuestra sociedad exige. Lo que está en juego es el bienestar físico y la salud de los mexicanos.

No sabemos cuántos logros deportivos conseguirá la delegación mexicana en estos juegos —no parece que vayan a ser muchos— pero espero que estas semanas en que se hablará tanto de deportes sirvan para que un buen número de mexicanos dejen de lado el sedentarismo e inicien una nueva etapa en sus vidas con una mayor actividad física. Menos tiempo sentados frente al televisor viendo deportes y más tiempo practicando alguno de ellos. Eso sí sería ganar-ganar para todos.

Abogado.

@jglezmorfin

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