El 30 de marzo pasado, el Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresas (IPADE), escuela de negocios de la Universidad Panamericana, cumplió 50 años. Durante este periodo de tiempo el IPADE, con más de 35 mil egresados y reconocido en rankings internacionales como el del Financial Times y el de Forbes, ha impactado positivamente a la clase empresarial de nuestro país.

Como bien lo ha señalado su director general, doctor Rafael Gómez Nava, la proyección del IPADE se debe dar basada en su identidad. En ese sentido, los aniversarios sirven para reafirmar la identidad fundacional, valorar su desarrollo en el tiempo y proyectarla hacia el futuro.

El IPADE se creó por inspiración de San Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei, institución de la Iglesia Católica que tiene como carisma la santificación del trabajo ordinario. Por ello, la labor ordinaria hecha con la mayor perfección tiene un valor trascendente.

Tres características que delinean la identidad del IPADE son: i) la transformación interior de personas, ii) la ciudadanización de los empresarios y iii) la formación directiva.

Decimos que el IPADE transforma a los participantes de sus programas porque su formación está dirigida al interior de ellos.

Procurando hacerlos mejores personas con conciencia ética y de responsabilidad social se logra hacerlos mejores empresarios y mejores directivos. En un tiempo marcado por el debate verdad-relativismo, esta conciencia es un modo de aportación relevante a la sociedad.

Por otro lado, decimos que el IPADE hace de los empresarios ciudadanos porque si bien es cierto que en la revolución industrial la identidad empresarial se construyó sobre la base del individualismo, ese modelo ha demostrado al paso del tiempo quedar agotado. En el IPADE se ha insistido en la idea de que el empresario es responsable de su entorno, que su espacio de actuación es esencialmente público antes que privado y que sus aportaciones a la sociedad son parte fundamental de su quehacer.

Lo anterior supone un cambio de paradigma; pasar del espacio privado al espacio público.

Por último, el IPADE ha estado dirigido a la formación de habilidades directivas. En un tiempo en que en nuestro país solo existía la educación basada en conocimientos, el IPADE se enfocó a la formación de habilidades directivas.

Carlos Llano, su fundador, lo tenía muy claro: “El dirigir hombres, para obtener de ellos resultados justos y eficaces es un modo específico y particular de obrar en el mundo”.

Hoy sabemos que del nivel directivo que exista tanto en el sector privado como en el público depende en gran medida el desarrollo del país.

Con motivo del 50 aniversario se han organizado diversos eventos tanto académicos como sociales a los que han acudido fundadores, participantes, claustro académico, empresarios así como deans y representantes de las mejores escuelas de negocios del mundo de 31 países.

Los eventos iniciaron en la Ciudad de México y continuarán en las ciudades de Guadalajara y Monterrey donde tiene sede fija el IPADE, además de distintos estados de la República en donde se han impartido cursos de perfeccionamiento a lo largo del tiempo.

El IPADE ha ampliado su foco de influencia expandiéndose a otros países como Costa Rica y Panamá.

De los primeros 50 años se mandó a realizar un estudio cualitativo con metodología sofisticada que permitió confirmar el impacto social que el IPADE ha tenido en nuestro país. Continuaremos trabajando en esta misma línea, basados en nuestra identidad, los próximos años a fin de lograr una mayor influencia positiva que contribuya a la construcción de un país mejor.

Rector general de la Universidad Panamericana-IPADE

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