El ajedrez es un juego de táctica y estrategia que exige no sólo imponer las propias ideas, sino descubrir y refutar las del oponente. Para ello, en lo posible hay que estudiarlo antes de jugar. En rigor, la lucha sobre el tablero es la expresión del esfuerzo por movilizar de manera óptima las piezas propias y del empeño del oponente por activar las suyas. De ahí la importancia de conocer su estilo de juego, manera de pensar, carácter, fortalezas y debilidades.

En el libro, Piense como un gran maestro, de Alexander Kotov, se lee: “La dirección de los pensamientos de un jugador está gobernada principalmente por las características de la posición, pero no poco corresponde a su carácter… Por eso hay que ver cuál es el plan de su oponente y cómo poder estorbarlo”.

La teoría dice que aun cuando se cuente con una clara ventaja, es un error subestimar al adversario. El gran maestro Mark Dvorevsky, en su libro, Secretos del entrenamiento en ajedrez, dice: “Es habitual que un jugador, incluso cuando se trata de un excelente táctico, sólo vea sus posibilidades, subestimando el contrajuego del oponente”. También el matemático y segundo campeón mundial, Emanuel Lasker, comentó: “La partida de ajedrez es una lucha en que participan factores muy diversos. Por eso, conocer los defectos y virtudes de los oponentes, en este aspecto, tiene mucha importancia”. De ahí que el jugador avezado debe descubrir los planes del adversario, neutralizarlos e imponer los propios. Es más, desde las artes militares, en el libro, Lecciones de guerra, del estratega chino Liu Ji, se lee: “En cualquier acción es imprescindible medir primero al enemigo… La capacidad para lograr la victoria efectuando cambios y adaptándose conforme a lo que haga el oponente se denomina genialidad… Si conoces al rival y te conoces a ti mismo, ni en cien batallas correrás peligro. La invencibilidad está en uno mismo; la vulnerabilidad en el adversario”.

Partida de la cuarta ronda del II Festival Marcel Sisniega, que se celebró la semana pasada en Cuernavaca. Tras una tensa lucha posicional, las blancas fuerzan el cambio de damas, con lo que a la postre logran ganar una pieza y la partida.

Blancas: Gilberto Hernandez
Negras: Renier González

Cuernavaca, Morelos, noviembre 13 del 2015

Defensa francesa
1.e4 e6 2.d4 d5 3.Cc3 dxe4 4.Cxe4 Ad7 5.Cf3 Ac6 6.Ad3 Cd7 7.0–0 Cgf6 8.Cg3 Axf3 9.Dxf3 c6 10.Te1 Ae7 11.c3 0–0 12.Ac2 Te8 13.Ad2 Dc7 14.Tad1 Tad8 15.a3 b5 16.a4 a6 17.axb5 axb5 18.Ce4 Db6 19.Af4 Cxe4 20.Axe4 Tc8 21.h3 Cf6 22.Ab1 Cd5 23.Ae5 g6 24.Te2 Ta8 25.g3 Dd8 26.h4 Af6 27.Ae4 Ag7 28.Rh2 Ta2 29.Th1 Axe5 30.dxe5 h5 31.Td1 Rg7 32.Td4 De7 33.Rg2 Tea8 34.c4 bxc4 35.Txc4 T2a6 36.Tec2 Cb4 37.Df6+, rinden negras, 1-0...

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