Cada vez son más los posibles electores latinos, al grado de que pueden definir las elecciones presidenciales en 2016 en Estados Unidos. Son 27.3 millones, la cifra más alta de electores latinos. Entre ellos destacan los mexicanos como los más numerosos. Otra característica del electorado latino en 2016 es que el 44% nació de 1980 en adelante, pertenece a esa generación a la que se conoce como los Millennials, es decir los del milenio XXI, que tiene una cultura e identidad distinta a la de las generaciones que los antecedieron.

El voto latino importa y pesa, sólo la ceguera de Trump y de la mayoría de los republicanos que buscan ganar la candidatura de su partido no lo ven ni lo entienden. Las elecciones de 2008 y 2012 lo dejaron escrito: el voto latino cuenta, pesa y puede definir la Presidencia de Estados Unidos. En 2016 pesa mucho más. Pero, ¿tienen conciencia de la importancia del ejercicio del voto todos aquellos que son ciudadanos de origen latino bien por haber nacido en Estados Unidos, o bien por ser inmigrantes naturalizados, es decir con derecho a la ciudadanía? Desafortunadamente hasta ahora no.

Ese es el problema: no hay una conciencia generalizada del poder y el peso del voto latino, por lo que muchos dejan de ir a las urnas. Aun así, desde el año 2008 ningún presidente ha ganado la elección sin el voto latino, que mayoritariamente es demócrata. La elección del año 2000, de George Bush, la definió Florida, uno de los estados con importante voto latino y peso electoral.

El sistema electoral estadounidense es complicado: a los ciudadanos que pueden votar se les considera elegibles, tiene que solicitar ser registrados y serlo, para poder votar. La elección presidencial no la gana quien tiene más votos, porque la define el Colegio Electoral integrado por un número de electores por estado que se define según su población; en total son 270 votos electorales, el sufragio es indirecto. De manera que como fue el caso en la elección de George Bush en el año 2000, perdió la mayoría de los votos ciudadanos y ganó la elección en el Colegio Electoral con los votos de los electores.

Los latinos son la minoría que crece más rápido en Estados Unidos, los niños se vuelven jóvenes y éstos ciudadanos. De acuerdo con un análisis del Pew Research Center, los Millennians hispanos elegibles son 11.9 millones, o sea casi la mitad de los posibles votantes, que pueden solicitar ser registrados y acudir a votar. Adicionalmente, 1.2 millones de latinos serán ciudadanos con posibilidad de votar en la próxima elección presidencial. El voto hispano crece desde 2012.

Las cifras son elocuentes: 23.3 millones son latinos elegibles para votar, más 3.2 millones que llegan a los 18 años, más 1.2 millones de inmigrantes hispanos que serán ciudadanos, más 130 mil que llegaron de Puerto Rico, menos 537 mil que fallecieron. Lo que arroja un total de 27.3 millones de posibles votantes, cifra récord en la historia. Ese número se reducirá no sólo por el porcentaje que irá a las urnas, también porque antes de votar tendrán que registrarse y no todos lo hacen y no todos los que lo solicitan son registrados. Aun así el potencial es enorme, si hay conciencia.

Se proyecta que el electorado latino pueda alcanzar el récord de 11.9% del total de los votantes elegibles en EU en 2016. Y sin embargo, los latinos son los que menos votan, sólo 44% comparativamente con otros grupos. El porcentaje de afroamericanos que acuden a las urnas es 66.6%, de blancos 64.1%, de asiáticos 46.9%. Y si el peso del voto latino es considerable, podría serlo mucho más.

Periodista y analista de temas internacionales

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