Rashomón en Mazatlán

Título: A wuevo, padrino
Autor: Mario González Suárez
Editorial: Ediciones Era

La violencia entre grupos que compiten por distribución de mercancías ilegales, sobre todo droga, ha creado un género literario con distintos rangos de calidad; una novela de este género que se distingue por su vitalidad, es la de González Suárez, sobre todo porque resulta verosímil: la historia de un hombre que se ve involucrado en uno de esos grupos, sin que sea por su voluntad pero tampoco por un secuestro; de pronto, sin casi darse cuenta se topa con un ex compañero de la escuela, jefe de uno de esos grupos, y en la ráfaga de una borrachera no puede ni salir del sitio donde beben porque ya lo vieron los enemigos y sin la protección de ese capo su vida no vale nada.

A partir de allí el relato se vuelve vertiginoso y desde el punto de vista de alguien que no entiende lo que está pasando, ni siquiera se explica lo que ve, lo poco que ve de lo mucho que sucede a su alrededor; menos entiende para qué lo necesitan (acaso, porque como taxista su conducción audaz puede ayudar a que los pistoleros escapen de balaceras). Pese a lo veloz del relato es difícil precisar la cronología, saber quiénes son los demás protagonistas, porque aunque da nombres, apocorísticos, motes y sobrenombres, son confusos, poco claros, y el propio narrador cambia de simpatías y antipatías a cada página, y excepto el cabecilla Jaime y la fulgurante Gabi, con quien tiene intercambios sexuales de diferente significado para cada uno, todos hablan de manera similar, se visten si no uniformados sí parecidos, y son indecisos y cambiantes.

Uno de los hilos narrativos queda interrumpido porque no vuelve a saberse de la esposa ni de la hija, excepto dos insinuaciones de que son víctimas, una mortal y otra moral, de ese torbellino de sucesos. Y el relato en primera persona se interrumpe para darnos a entender que los hechos van más allá de lo que se cuenta.

Carlos Fuentes decía que la narración en primera persona remite al presente (en tercera, al pasado, y en segunda, al futuro); y cuando se ve envuelta en un ritmo tan precipitado sucede lo que en esta novela: lo que importa es el habla, porque la acción se congela, y todo depende si el autor es hábil para dar vida a los otros personajes, o si el único que importa es el de la voz, como sucede en este caso.

Una característica inverosímil: aunque se maneja muy bien el lenguaje coloquial, no cree uno que alguien que dice “yo y él” sea tan cuidadoso con la concordancia.

Que levante la mano quien crea en la telequinesis

Autor: Kurt Vonnegut
Editorial: Malpaso

Aunque su lectura es imprescindible y se trata de un libro lleno de ingenio, buenos consejos (son mejores los malos consejos), argumentos contra la discriminación que aún hay en las universidades estadounidenses, defensa de la literatura, de la nueva música clásica, de los desposeídos y de los no universitarios, no lo dice en una novela o en cuentos, sino en discursos en finales de curso de universidades.

Ladrón de cadáveres

Autor: Patrícia Melo
Editorial: Océano

Con homenaje al título prestigioso de Stevenson, una buena novela que aprovecha varios temas: corrección política, el sufrimiento de los familiares de gente que no se sabe si vive o está secuestrad, buenas anécdotas de coqueteo y erotismo, libertad femenina (hasta cierto punto, y no ética), paisajes naturales sin exotismo y, sobre todo, una muy buena traducción, aunque no sea creíble que se salgan del narcotráfico.

La historia interminable

Autor: Michael Ende
Editorial: Alfaguara

Hace unos 30 años este libro sorprendió y ganó muchos adeptos a la lectura y fascinó a quienes ya leían: un mundo de fantasía, conmovedor tanto en las historias que narra como en la pasión con que Bastian ansía vivirlas como propias; emocionante, divertida, alegre, aunque con pasajes tristes; un acierto esta reedición, con tipografía un tanto difícil; primera en Alfaguara; aunque la original también fue de Alfaguara.

Los mitos hebreos

Autor: Robert Graves
Editorial: Alianza Editorial

Desde la más remota antigüedad hasta la más reciente, el hombre ha necesitado explicarse a sí mismo el origen del mundo; por qué unos somos buenos y otros malvados; los pueblos para ello han creado mitos y leyendas; Graves, extraordinario novelista, ha estudiado los mitos griegos; esta obra, menos conocida, explica las coincidencias y similitudes con los demás y desacraliza la Biblia y sus personajes. Indispensable.

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