Las principales causas de muerte en México se han modificado con el tiempo. Enfermedades como polio, tuberculosis e incluso la diarrea acabaron con la vida de miles de personas en el siglo pasado.

Ahora el país enfrenta enfermedades de la modernidad originadas principalmente por los hábitos de la sociedad del siglo XXI: obesidad, males cardiovasculares y cáncer.

Sin embargo, en al menos una decena de estados se siguen presentando enfermedades en las cuales la pobreza y la condición social de la población influyen en su propagación.

EL UNIVERSAL reporta hoy que los casos de dengue pasaron de 2 mil 009 incidencias durante los primeros tres meses de 2015 a 2 mil 601 en similar periodo de 2016, lo que equivale a un aumento de 30%. En el apartado de casos probables la cifra crece casi 50%, pues en 2015 hubo 13 mil y en este año 18 mil 600. De acuerdo con información de la Secretaría de Salud, aún se prevé que el pico más alto se presente en julio, agosto y septiembre.

En los datos presentados por la dependencia, las entidades con mayor número de casos son aquellas en donde la pobreza es más elevada: Guerrero, por ejemplo. Y la relación no es casual. Si el dengue, a diferencia de esas enfermedades erradicadas del siglo pasado, se resiste a abandonarnos, es justamente en las entidades con mayores carencias.

A la fecha sólo se ha confirmado una muerte por dengue, pero hay más de 15 casos que se analizan para confirmar si el deceso fue a causa de esta enfermedad. La detección oportuna y el acceso a la asistencia médica adecuada disminuyen las tasas de mortalidad. Confiemos en que el bajo número de muertes que se reporta sea resultado de la atención oportuna a los afectados y que se mantenga en ese nivel.

En los últimos meses las preocupaciones han sido, primero, el chikungunya, y actualmente el zika. ¿Se bajó la guardia ante el dengue? ¿Cuál es la explicación de la autoridad ante al incremento?

En cualquier circunstancia que afecte a la salud de la población, la respuesta debe ser integradora y abarcar a gobiernos, sociedad e incluso medios de comunicación. Baste recordar cómo se enfrentó en 2009 la epidemia de AH1N1. Fue clave la respuesta de medios para difundir las medidas de prevención.

El dengue no debe verse como enemigo pequeño. Las cifras de contagio son elevadas y deben prender las señales de alerta e iniciar con una intensa campaña para prevenirlo a la que se sumen de manera decidida gobierno, sociedad y medios... para no lamentarse después.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses