Nuestro embajador en Washington, Miguel Basáñez, ha anunciado que la Secretaría de Relaciones Exteriores impulsará la naturalización de 2.7 millones de residentes mexicanos en Estados Unidos.

Esta es una estrategia inteligente gestada en sexenios previos: en vez de ver a los mexicanos en Estados Unidos como mera correa de transmisión de decisiones tomadas en México, ahora le apostamos a fortalecer a nuestras comunidades en el ámbito donde se desarrollan personal y profesionalmente.

En 2013 residían en EU 11.6 millones de personas nacidas en México. Cerca de 25%, o 2.9 millones se habían naturalizado como estadounidenses; 6 millones son inmigrantes no autorizados, sin papeles, y el resto son los 2.7 millones de residentes elegibles para su naturalización.

El 23 de enero de 1998 entró en vigor la ley que establece la no pérdida de la nacionalidad mexicana cuando se adopte alguna otra nacionalidad o ciudadanía.

El ex gobernador de Michoacán (2002-2008) Lázaro Cárdenas Batel, fue pionero, a través de las Casas Michoacán, en el suministro de información a los michoacanos residentes en Estados Unidos sobre el proceso para naturalizarse como estadounidenses.

Un residente permanente puede solicitar la ciudadanía estadounidense si ha cumplido 18 años de edad; ha vivido allí por más de 5 años ininterrumpidamente; puede hablar, escribir, leer y entender inglés básico; aprueba un examen sobre gobierno e historia de Estados Unidos; pasa por una verificación de sus antecedentes, demuestra lealtad a la constitución estadunidense, y toma el juramento de ley.

El presidente Obama ha llamado a los inmigrantes que califican a naturalizarse como ciudadanos. La Suprema Corte de Estados Unidos resolvió en 1967 que una persona que se naturaliza como ciudadano estadounidense puede retener la ciudadanía de su país de origen.

Sin embargo, sólo una de cada cuatro personas nacidas en México se ha naturalizado como estadounidense. Esta tasa es muy inferior al 47 por ciento registrado por el resto de la población inmigrante, señala el Informe del Center for American Progress (CAP) y el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), Cómo los Latinos están configurando el futuro de Estados Unidos: https://cidecyd.files.wordpress.com/2015/11/cap-cide- -report2-web.pdf.

Estudios indican que 94 por ciento de los mexicanos residentes elegibles se harían estadounidenses si estuviese a su alcance; citan como barreras su falta de conocimiento del idioma inglés, el miedo a reprobar el examen de ciudadanía, y el pago de 680 dólares por cada solicitud.

Ante la ola de racismo, de discriminación antimexicana, y el discurso de odio de Donald Trump, se lanzó la campaña www.improudtobemexican.com. César Millán, Salma Hayek, Jorge Ramos Ávalos y Mario Molina nacieron en Sinaloa, Veracruz y los dos últimos en el DF; se naturalizaron como estadounidenses y siguen siendo mexicanos orgullosos de nuestra cultura. Estos nuevos estadounidenses fortalecerán la base electoral latina que puede inclinar la balanza en estados cruciales en la elección presidencial de 2016.

Pienso además en quienes no son elegibles, como los sin papeles, los jóvenes dreamers de aquí y de allá, quienes han transformado la forma de hacer política en Estados Unidos aun sin tener derecho al voto.

Es una buena noticia que nuestros compatriotas en suelo estadounidense se empoderen a sí mismos. Como afirma Nancy Landa, dreamer deportada a México, en el Informe CAP-CIDE: “tanto México como Estados Unidos tienen que hacerse cargo del hecho de que existe un número creciente de personas binacionales y biculturales que han ayudado a construir ambas naciones”.

Profesor Asociado en el CIDE.
@Carlos_Tampico

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