Dónde está:

en Santa Rita Tlahuapan , una hora antes de llegar a Puebla y a menos de dos horas de Ciudad de México.

Por qué visitarlo:

el acercamiento con la naturaleza no se limita a un paseo, sino que busca dejar huella en tu mente y cuerpo. La propiedad se dedica a la extracción de aceites esenciales de diversas plantas, principalmente la lavanda.

El rancho está rodeado por un bosque de pinos, cedros y oyameles. En este terreno, un guía te acompaña para realizar un “ baño forestal ”, práctica de origen japonés en la que disfrutas del entorno natural a través de los sentidos: algo tan simple como escuchar el canto de los pájaros, palpar los troncos y probar los frutos de los árboles.

Aunque los campos se tiñen de violeta hasta verano, en esta temporada es posible observar algunos ejemplares de las 15 variedades de lavanda con que se trabajan.

Los anfitriones hacen una muestra del proceso de destilación por medio de un alambique. Casi todos los días están produciendo aceite de romero , pirul , menta o cítricos , como la naranja. También montaron un taller de con glicerina vegetal, en el que puedes participar. Vale la pena visitar su tienda. Además de los aceites y jabones, disponen de cremas, saquitos aromáticos y peluches rellenos de lavanda. Con esta misma planta cocinan panqués.

¿Ya conoces el Rancho San Martín?
¿Ya conoces el Rancho San Martín?

(Foto: Istock)

Tiempo de recorrido:

tres horas.

Cuánto cuesta: la entrada y los tours son gratuitos (entre semana se debe reservar). El taller de jabones y una degustación de panqués cuestan 50 pesos cada uno.

Dónde comer:

a 40 minutos del rancho se localiza Val’Quirico, un complejo diseñado como un pueblo tradicional italiano. Cuenta con varios restaurantes y bares de oferta variada: pizzas, hamburguesas de autor, comida tradicional y parrillada. valquirico.com

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