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1. HACIENDA TEMOZÓN. TEMOZÓN SUR, YUCATÁN
Fundada en 1665, es una de las haciendas yucatecas más antiguas . Se dedicó a la producción de maíz y crianza de ganado. Pero su mejor momento llegó en el siglo XIX, al igual que el de otras fincas, cuando cambió de giro y se destinó al cultivo del henequén , el llamado “oro verde” (planta endémica de la región con la que se obtenían fibras).
(Foto: Cortesía)
Su esplendor se apagó al terminar la Primera Guerra Mundial, por la invención de fibras sintéticas. Después de la Revolución, las haciendas pararon su operación. Temozón pasó por varios dueños hasta transformarse en un exclusivo hotel a 48 kilómetros de Mérida.
En el presente conserva gran parte de su arquitectura original, rodeada de frondosos jardines, y su decoración te remonta a sus mejores años.
Las habitaciones f
ueron nombradas según la función que cumplían: “Farmacia”, “Escuela”… La suite más lujosa pertenecía al patrón.
Temozón
mantiene su atmósfera con las rígidas puertas dobles de madera, altísimas vigas en las habitaciones, balcones con herrería, larguísimos pasillos con mecedoras y, por supuesto, hamacas. Hay suites con tinas exteriores rodeadas de vegetación y amenidades de cuidado personal de pepino y sábila.
Además de reposar en una hamaca de algodón, puedes dar un paseo en bici o en truck (una carreta jalada por mulas). La propiedad tiene su propio cenote con agua cristalina. Aquí se dan masajes relajantes y está permitido nadar.
Tarifas desde cinco mil 275 pesos por noche, por habitación. www.haciendatemozon.com
Para el 15 de septiembre.
Cada año organizan una fiesta. Aún no se define el evento de este año.
El tour. La Ruta de las Haciendas te lleva a diferentes propiedades de Yucatán . Casi todas son hoteles de lujo. El guía te habla de su historia y arquitectura característica. Algunos touroperadores incluyen visitas a cenotes.
2. CASONA DE LA CHINA POBLANA. CENTRO HISTÓRICO DE PUEBLA
Su nombre no es casualidad. Según explica Gabriel Perdomo, gerente del hotel , la leyenda relata que en esta residencia del siglo XVII vivió la famosísima “ China Poblana ”. Una leyenda cuenta que se trataba de la princesa Mirnha de la India, que fue raptada y traída por casualidad a la ciudad de Puebla , como resultado del tráfico de esclavos. Aquí en México la bautizaron como Catalina de San Juan. Se ganó el cariño de la familia para la cual trabajó en un principio, el respeto de la comunidad por su dedicación a la iglesia, y la admiración de otras mujeres por la belleza de sus vestidos bordados con lentejuelas.
La suite preferida de los viajeros es, precisamente, aquella donde durmió la “China”. Tiene dos balcones y un espectacular techo abovedado con forma de abanico.
(Foto: Cortesía)
Las otras nueve habitaciones tienen su propio encanto: muros de piedra original, una tina de hidromasaje o decorados en auténtica talavera poblana.
En su mayoría, la construcción del hotel es original. La casona solo ha sido modificada en un 15% y con permiso del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Su restaurante es uno de los más reconocidos de la ciudad. Ahí preparan platillos creativos, como el salmón con salsa de jamaica, un típico mole poblano y hasta uno de los mejores chiles en nogada del estado.
Una noche de hospedaje cuesta dos mil 300 pesos para dos personas, con desayuno e impuestos incluidos. casonadelachinapoblana.com.mx
Para el 15 de septiembre.
No te lo pierdas. Habrá kermés, cena tipo buffet, baile y espectáculo. El precio del paquete es de 600 pesos por persona.
Visítalo.
Si te gustan las ciudades coloniales y conocer su historia y leyendas, debes hacer el recorrido de “Los Secretos de Puebla”. Es un túnel que mide aproximadamente un kilómetro y serpentea por debajo de las partes más viejas de la ciudad. El camino se encuentra bien delimitado e iluminado, y presenta exhibiciones audiovisuales.
3. MESÓN DE SANTA ROSA. QUERÉTARO
La vocación de este edificio siempre fue la hospitalidad: en el siglo XVII abrió como la primera posada de la ciudad.
Tiene apenas una veintena de habitaciones que impresionan por su gran tamaño; la mayoría cuenta con una salita y hasta comedor. Aunque tienen variaciones, todas comparten una estructura similar: techos de madera, pisos de duela, puertas dobles y balcones con vista hacia las calles del centro histórico. Las suites más lujosas tienen terraza.
Se percibe un espíritu moderno. Hay pocos objetos decorativos y en los muebles predominan los tonos neutros. Su bar es el espacio más elegante, por sus tonos marrones y la cava, que ocupa toda una pared.
Además de pasar una silenciosa tarde refrescándote en la alberca, puedes sentarte a comer al aire libre en sus portales tradicionales. Durante septiembre, la estrella de su menú son los chiles en nogada.
(Foto: Cortesía)
Hay habitaciones desde dos mil 667 pesos en ocupación doble. hotelmesondesantarosa.com
Para el 15 de septiembre.
La propiedad tiene una de las mejores vistas para dar “el grito” en la Plaza de Armas de la Ciudad Patrimonio. También habrá una cena. El precio es de 980 pesos por persona.
Visítalo
.
Pasa unas horas en el Museo Regional . Su colección es tan variada que abarca piezas coloniales, representativas para la historia de Querétaro, y exhibiciones temporales de arte contemporáneo. También organiza conferencias, talleres y ciclos de cine. Y, por supuesto, debes dar un vistazo a la Casa de la Corregidora, sitio emblemático para el inicio de la Guerra de Independencia ; está casi enfrente del Mesón de Santa Rosa.
4. BELMOND CASA DE SIERRA NEVADA. SAN MIGUEL DE ALLENDE
Es un hotel de lujo, distribuido en seis antiguas construcciones restauradas. Entre ellas hay un exconvento del siglo XVI y la vieja residencia de un arzobispo. Ambas ofrecen las mejores vistas de la Parroquia de San Miguel Arcángel , a menos de cinco minutos caminando. Todas estas edificaciones de la época colonial mantienen rasgos en común, como los patios flanqueados por arcos.
Puedes disfrutar de su spa, alberca, jardín y terrazas con vista al centro histórico de la Ciudad Patrimonio .
Las habitaciones y suites mezclan elementos de antaño (techos altos, muros de piedra) con acabados de lujo. Encontrarás brillantes tinas de cobre, azulejos de talavera y elegantes textiles con estampados azules. Algunas suites ofrecen terrazas con alberca privada.
Se imparten clases de arte y cocina mexicana, y es posible reservar un tour por el mercado local o un vuelo en globo. Y, si quieres purificar cuerpo, mente y espíritu, una sesión de temazcal siempre resulta de ayuda.
(Foto: Cortesía)
Habitaciones desde seis mil 470 pesos, por noche. www.belmond.com
Para el 15 de septiembre
. Habrá una noche mexicana con callejoneada, mariachi y lotería. Incluirá un buffet y barra libre nacional.
Precio: mil 800 pesos por persona.
Visítalo.
El Museo Casa de Allende
da un vistazo a la vida cotidiana de San Miguel el Grande durante el dominio español. En la exhibición se recrea una “pulpería” —una especie de tienda de abarrotes—. Hay un espacio dedicado al caudillo Ignacio Allende, quien habitó la casa.
5. CANTERA DIEZ. MORELIA
En la suite “Cantera” se casó Agustín de Iturbide
en 1805, cuenta su tocayo Agustín Arriaga, propietario de Cantera Diez. Todavía está el techo original y los tres balcones que miran hacia la catedral de Morelia. Sus huéspedes actuales tienen otras ventajas: la tina de hidromasaje y el menú de almohadas con aromaterapia.
No es el único espacio con historia en el hotel . Esta casona de 1622, también fue un convento y la sede del Banco de Londres y México. En 2007, se convirtió en el primer hotel boutique de la ciudad.
(Foto: Cortesía)
Cantera Diez
es una fusión entre pasado y presente al adoptar tendencias contemporáneas dentro de muros de estilo colonial. Tiene un roof garden perfecto para tomar un coctelito de mezcal mientras admiras el centro histórico. Ahí mismo se cultiva cardamomo y menta. A principios de octubre estrenará un spa y gimnasio. Además, es pet friendly. Otra novedad es la biblioteca, especializada en la historia de Michoacán y la cultura purépecha.
Tarifa por habitación, desde tres mil 200 pesos por noche. www.canteradiezhotel.com
Para el 15 de septiembre.
Se festejará “el grito” con una noche mexicana frente a la catedral, en el roof garden.
Visítalo.
A cinco minutos, a pie, está el Museo Regional Michoacano . La institución cultural comenzó a operar en el siglo XIX, y ahora ocupa una mansión del siglo XVIII de estilo barroco moreliano. Da un repaso de la historia del estado a través de sus vestigios arqueológicos hasta la época porfiriana. En una de las salas se resguarda la mesa donde se firmó la Constitución de Apatzingán.
6. HACIENDA SEPÚLVEDA. LAGOS DE MORENO, JALISCO
No se sabe exactamente cuándo se fundó esta propiedad agrícola. El documento más antiguo que se conserva es de 1684. Pero, casi toda la construcción que puedes observar es la original. Aunque es un hotel de lujo, su esencia te remonta a un estilo de vida rural y muy relajado. De repente, tienes la sensación de estar en una película de la época dorada del cine mexicano.
Las caballerizas ahora son habitaciones con techos de ladrillo y muebles de madera. No hay dos iguales. Santiago Serrano, uno de los directores del alojamiento, recomienda “Chula Vista”, una de las preferidas de los huéspedes. Su ubicación privilegiada le otorga la mejor panorámica de la hacienda. Además, tiene una romántica cama con dosel y jacuzzi.
Su ambiente es ideal para parejas. Puedes reservar una cabalgata, un picnic en los extensos jardines y cenas junto a la alberca, a la luz de las velas.
(Foto: Cortesía)
El spa se encuentra donde antes se molían granos; incluso tiene su propio temazcal.
El restaurante de la hacienda se especializa en recetas caseras con un toque actual. En la carta verás pacholas (bisteces aplanados de carne molida) y albóndigas al pulque.
Tarifas desde mil 765 pesos por noche, por habitación. haciendasepulveda.com.mx
Para el 15 de septiembre
. Se festejará con una cena amenizada con pirotecnia, música en vivo e imitadores de Vicente Fernández y Juan Gabriel.
Visítalo.
A 10 minutos en auto, llegas a Lagos de Moreno. En el centro del Pueblo Mágico, j unto a la Parroquia de la Asunción (de estilo barroco y fachada de cantera), está el Museo de Arte Sacro, que relata la historia del poblado. Sus pinturas y esculturas más antiguas son del siglo XVII.
