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Artistas y colectivas. “¡Vándalas! Gráfica feminista chilena callejera” reúne en el Museo del Chopo obras de artistas y activistas en torno de la protesta social callejera en Chile.
Las artistas Neftalí Garrido, Paloma Rodríguez y Lolo Góngora , y las colectivas Brigada Laura Rodig 8m, Brigada Propaganda Feminista y Colectiva Ser & Gráfica son las participantes en la muestra que se presenta en el marco de la Toma Feminista del Chopo que se llevará a cabo hasta finales de noviembre, que incluye mesas redondas, talleres y esta exposición, y que se realiza con la Cátedra Rosario Castellanos de Arte y Género, de la UNAM.
“Yo las seleccioné a ellas porque en el contexto del estallido social del año pasado, de octubre de 2019, hubo muchísima gente que salió a la calle a manifestarse, utilizaron todo tipo de medios y recursos, y muchos de esos recursos fueron intervenciones gráficas y artísticas, y algunos destacaron por el contenido feminista, entonces comenzamos a dialogar”, cuenta Mariela González Casanova , curadora de la exposición.
“Muchas venían desde antes trabajando de esta manera para desarrollar la lucha feminista en el país; con el estallido ya se dieron a conocer más, pero en el fondo traían una historia. Esto formó parte de la llamada primavera feminista en Chile que fueron las manifestaciones de 2018”.
La exposición reúne piezas creadas con serigrafía para impresión de carteles y del paste up. Acerca de las participantes, la curadora explica que la gran mayoría son activistas y que su activismo permea su trabajo artístico. “Paloma Rodríguez y Lolo Góngora desde el arte trabajan la temática feminista, desarrollan un activismo a partir del arte; las colectivas son organizaciones esencialmente feministas que desarrollan su activismo en las calles y movilizaciones, que están constantemente trabajando en la difusión; por ejemplo, Ser & Gráfica trabaja muy de la mano en la educación, siempre lleva su equipo para desarrollar serigrafía en el espacio público”.
A raíz de la pandemia, el proyecto expositivo cambió, y ahora se puede ver como una visita virtual, en 360°, con las intervenciones, con la gráfica puesta en muros y suelo, con textos introductorios sobre las artistas que están participando, y con botones que llevan a información específica sobre las obras, así como material audiovisual.
“¡Vándalas! Gráfica feminista chilena callejera” se podrá ver a partir del miércoles 11 de noviembre a las 12 horas en el Museo Universitario del Chopo
Mariela González Casanova recuerda que en mayo de 2018, el movimiento feminista en Chile encabezó movilizaciones y puso de manifiesto la capacidad de organización autogestiva y de expresiones colectivas.
Al comparar los casos de Chile y México, la curadora considera que el rol que este activismo tiene en la sociedad provoca el mismo impacto, más allá de las fronteras.
“Los feminismos son muchos, pero están presentes en todo el continente, las demandas son transversales, la lucha es global. Puede haber diferencias culturales, pero el estadillo y la necesidad de llevar a la calle las demandas de las mujeres es similar en todos los países. Creo que estas luchas están muy hermanadas”.
En el sitio web se pueden ver las fotografías de obras muy variadas, con muchas temáticas. “Algunos temas son más feministas –derecho al aborto, autonomía del cuerpo, feminicidios, --; toda una gama que afecta a las mujeres y a las disidencias sexuales, pero también hay temáticas que tienen que ver con la contingencia política nacional e internacional, la situación de la violencia de Estado contra el pueblo mapuche”.
Son 25 obras acompañadas de materiales audiovisuales y textos.
La curadora se refiere al rol determinante que tuvo el movimiento feminista en el plebiscito, hace unas semanas: “Las luchas y demandas que se estaban desarrollando en la población tenían que ver con el cansancio y hastío de las personas, de vivir como se estaba viviendo, endeudados, cuando te cobran hasta por respirar. Un cansancio de la clase política que surge de la gente; justamente el movimiento feminista es de la gente, no es de políticos ni de políticas ni de cúpulas. Las disidencias organizadas desde ese espacio pudieron enarbolar la bandera de las luchas que históricamente han sido invisibilizadas”, concluye.
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