Los gruesos ladrillos, la cal de cerro y las piedras de río ayudaron mucho a que los 500 años de historia que guarda el ex convento dominico de Santo Domingo Tehuantepec no se viniera abajo con el terremoto del 7 de septiembre y siga resistiendo las más de 8 mil réplicas que sacuden desde hace 40 días todo el territorio del istmo.

El ex convento dominico, uno de los dos que se construyeron en la región del Istmo de Tehuantepec en el siglo XVI -el otro está sepultado bajo la presa Benito Juárez en Jalapa del Márquez-, está dañado en 85% de su estructura. El ala poniente de la zona conventual se colapsó totalmente en su bóveda, la cual se vino abajo golpeando el entrepiso que se perforó y desprendió varios contrafuertes.

El Instituto Nacional de Antropología e Historia ( INAH ) definió un proyecto de restauración y reconstrucción en tres etapas del ex convento que hoy resguarda la Casa de la Cultura: la primera concluyó la semana pasada y consistió en la limpieza y apuntalamiento de todas las bóvedas y los contrafuertes, así como en el emplayado de los dibujos y frescos que aún se conservan para que las réplicas no las sigan dañando.

Preservar la historia de Juchitán y Tehuantepec
Preservar la historia de Juchitán y Tehuantepec

FOTO: Roselia Chaca/EL UNIVERSAL.

“Los daños más fuertes se dieron con las réplicas, no tanto con el terremoto del 7, por eso fue necesario el apuntalamiento de 85% del inmueble y el emplayado de los frescos. La primera etapa duró un mes”, explicó Felipe Vega, de la Casa de la Cultura.

La segunda etapa consiste en la reestructuración del inmueble, la inyección de materiales originales en las partes dañadas y la construcción de las bóvedas y los contrafuertes. La tercera etapa será la recuperación del decorado que aún se conserva. Será hasta el próximo año cuando este inmueble construido por el último rey zapoteca, Cosicopi, vuelva abrir sus puertas para ofrecer a los istmeños su cartelera de actividades culturales.

El templo del patrono de Juchitán

. A media hora de Tehuantepec está la ciudad de Juchitán, que tiene otro de los edificios más dañados por el terremoto de 8.2 grados de magnitud, la iglesia de San Vicente Ferrer, santo patrono del pueblo. Esta iglesia, la más antigua de la ciudad, construida también en el siglo XVI, tiene daño en 90% de su estructura y 22 imágenes de valor histórico están resguardadas.

La iglesia está en la etapa de conclusión del apuntalamiento de la bóveda principal, llevan también un mes de trabajos, además, el personal del INAH en Oaxaca realizó desmontaje y limpieza de las imágenes religiosas para resguardarlas en la bodega del complejo estructural bajo la vigilancia del párroco y la sociedad de las fiestas patronales y santos.

De acuerdo al INAH, el arquitecto Ernesto Cruz y la maestra en restauración Nancy Porras fueron los encargados de ejecutar dicho proceso de desmontaje, con el que se pudieron proteger las imágenes históricas de San Vicente Ferrer huiini (pequeño), San Vicente Ferrer Ngola (grande), Cristo del Santo Entierro y San Salvador.

En estos trabajos participaron integrantes de las sociedades de cada imagen, a quienes en un primer momento se les brindó la asesoría adecuada por parte de los restauradores Lauro Luis Hernández Vera y Gabriel Severiano Flores.

Lucio Santiago, párroco de San Vicente Ferrer, informó que el 9 de noviembre, las 22 imágenes rescatadas serán trasladadas a la iglesia de Señor de Esquipulas, en la Séptima Sección, para su resguardo, por lo que las sociedades de todos los santos realizarán una procesión por el pueblo con música y cohetes hacia la nueva casa de San Vicente Ferrer, hasta que se concluya la reconstrucción. La iglesia está cerrada al pueblo y es resguardada por elementos del Ejército Mexicano.

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