Una de las fincas más antiguas de la ciudad de Ramos Arizpe, la mítica capilla de Santa María del Rosario fue reforzada y restaurada luego del deterioro sufrido a causa del paso del tiempo y por una plaga de ardillones.

Debido a su relevancia histórica, el Instituto Nacional de Antropología e Historia y la Universidad Autónoma de Coahuila con apoyo del Gobierno del Estado de Coahuila y el municipio de Ramos Arizpe iniciaron el año pasado, de julio a noviembre, el proyecto de restauración.

La primera etapa de restauración se realizó bajo la coordinación de Jorge Omar Segovia y Pablo Rivera Guzmán, quienes trabajaron de la mano con la arquitecta del INAH, Cynthia Villarreal Lomelí, como supervisora.

Se contó también con la colaboración de especialistas de la UNAM, quienes tomaron radiografías con escáner 3D para detectar daños estructurales, así como de la Universidad de Granada, España, informó un comunicado.

Cynthia Villarreal explicó: “El edificio del siglo XVIII requirió de una intervención intensiva para atender deterioros originados por restauraciones anteriores, hechas con materiales inadecuados, agravadas con la presencia de una plaga de ardillones. Las afectaciones estructurales se ubican principalmente en el campanario y el muro sur”.

Enfatizó que con el reforzamiento estructural, la capilla quedó estable y sin ningún riesgo de colapso; en tanto la plaga de ardillones fue tratada con ayuda de biólogos que la desalojaron sin agredirla. Enseguida, los muros fueron protegidos para evitar que los animales vuelvan hacer madrigueras en el lugar.

“También se dio atención a bajadas pluviales, se restituyeron aplanados exteriores y una sección del muro sur en el interior. Se recuperó el color original del templo, luego de que por medio de calas hechas por los restauradores se llegó a la capa pictórica del siglo XVIII, la cual presenta una tonalidad ocre, misma que se respetó para decorar el templo”.

Francisco Aguilar Moreno, director del Centro INAH Coahuila, indicó que por razones de seguridad, desde mediados de la década de 1980 los acervos de pintura, escultura y objetos litúrgicos de la capilla fueron resguardados en el Templo de San Juan Nepomuceno, en Saltillo, bajo custodia de las autoridades eclesiásticas.

La segunda etapa del proyecto continúa con la restauración en enero de 17 obras de la colección: tres pinturas de caballete, siete esculturas y siete textiles, informó la restauradora Fanny Unikel Santoncini, una de las coordinadoras del Taller de Escultura Policromada.

Las piezas ya fueron trasladadas a la Ciudad de México, a los talleres de Escultura Policromada, Pintura de Caballete y de Textiles, de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía del INAH.

En lo referente al proyecto de intervención arquitectónica del inmueble, Francisco Aguilar Moreno dijo que en la segunda etapa del proyecto se dará continuidad los trabajos en el muro sur, así como en los muros posterior y lateral, y el interior de la edificación, para finalmente colocar aplanados.

En fases posteriores serán restaurados los elementos de carpintería: el piso, que es de madera, y retablos barrocos, antes de colocar óleos y esculturas nuevamente en sus sitios.

La construcción del templo edificado en arquitectura de tierra: piedra, lodo, vigas, morillos de madera, carrizos, sillar, cal y otros materiales de la zona se inició a finales del siglo XVII y se terminó en 1721 porque en una de sus trabes se puede leer tal inscripción.

Se localiza a 15 kilómetros de la ciudad de Ramos Arizpe, dentro del conjunto arquitectónico de la ex hacienda del mismo nombre, cuya fundación data de 1707.

Se cree que el cura Miguel Hidalgo y Costilla dio ahí su última misa antes de ser aprehendido en La Noria de Acatita de Baján , durante su último trayecto al norte.

akc

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses