El pianista y director de orquesta finlandés Olli Mustonen, aclamado por la crítica como el máximo exponente de la música de Prokofiev , presentó este fin de semana en el Templo de la Valenciana, en el marco del 45 Festival Internacional Cervantino , dos recitales de piano solo e hizo un recorrido musical con las sonatas con el ciclo completo de las Sonatas con el compositor ruso.

Olli comenzó estudiando los trabajos que Prokofiev dedicó a sus hijos, que ahora son una tradición en la enseñanza del piano. Tiene grabados ya sus cinco conciertos para piano y orquesta.

Ha dirigido sus sinfonías alrededor del mundo incluyendo en Moscú; ha tocado frente a los descendientes del compositor, su hijo y nieto, Oleg y Sergei Prokofiev junior; y ha cumplido con el descabellado, emocionante y original encargo de interpretar las nueve sonatas del músico ruso en un solo día.

Estos trabajos de Prokofiev son descritos por Mustonen como una autobiografía musical del compositor ruso, pues comienzan desde su juventud, en 1909 y continúa escribiéndolos hasta 1947, atravesando así varias etapas de su vida como el exilio en París y su época en Estados Unidos por los conflictos bélicos, así como su regreso a Rusia.

“Podemos decir que es un gran viaje que atraviesa la vida del compositor desde que era estudiante, cuando escribió la primera sonata a los 17 años, hasta la última sonata que refleja madurez y está llena de nostalgia por un mundo perdido después de la Segunda Guerra Mundial. Esta tragedia que se vivía en su país en los años de la guerra se percibe en sus sonatas 6, 7 y 8, llenas de oscuridad y tragedia, por eso son conocidas como las ‘sonatas de la guerra’, son largas y representan a todos los artistas jóvenes que atravesaron estos momentos y que como él tuvieron que huir de Rusia”, dijo horas previas al primer recital.

rad

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