El aclamado tenor alemán Jonas Kaufmann , una de las estrellas del firmamento lírico actual, que debuta el próximo viernes en el Liceo de Barcelona en una obra operística, "Andrea Chénier", afirmó hoy que le gusta tanto cantar que lo haría igualmente aunque no hubiera gente para escucharle.

En una rueda de prensa, Kaufmann indicó que su profesión "es bastante egoísta" y que, si gusta a los demás, "es un extra". "Pero -agregó- canto para mí, lo que también provoca que no me dé miedo el fracaso".

"A veces me preguntan qué pasaría si ahora fracasara y siempre digo que, si tuviera un agente que me obligara a cantar tal o cual cosa o a grabar tal o cual disco, sí podría tener miedo al fracaso, pero, si hago lo que creo que tengo que hacer y me continúan contratando, pienso que no me debo replantear esta filosofía", apuntó.

Respecto a cómo vive su oficio y el éxito que tiene, dijo que siempre ha intentado que no le "encasillaran en ninguna categoría, no hacer solo seis o siete roles", porque para él eso sería aburrido. "Cantar siempre las mismas cosas complica tener nuevas ideas y la música es algo vivo y hay que crearla en cada momento", apostilló.

Además de la versatilidad, cree que hay que conseguir "que el público note toda la emoción que tú sientes", sin olvidar que hay que dormir bien, comer mejor y practicar ejercicio.

Kaufmann espera que le queden, al menos, quince años de "buena carrera" y dejó caer que espera "no ser el próximo Plácido Domingo ".

Ante la ambigüedad de esta consideración, argumentó que es difícil prever qué ocurrirá dentro de veinte años, pero no se ve haciendo de barítono, como ocurre actualmente con Domingo.

Kaufmann recordó que el cantante español "dijo que solo haría un papel de barítono y luego hubo otro y, seguramente, acabará cubriendo todo el repertorio de barítono; ahora, prácticamente, está haciendo una segunda carrera, con una gran capacidad".

Sobre la producción en la que participará en Barcelona los días 9, 12 y 15 de marzo, dijo que es "una ópera maravillosa" situada en la Revolución Francesa, "que sería imposible situar en cualquier otra época histórica, porque en el verismo es muy difícil explicar la historia de manera diferente, con la música adaptada y sintonizada para expresar las emociones de aquella situación".

nrv

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