La escritora mexicana Socorro Venegas toma como modelo el Goya más oscuro, el pintor español de los "Desastres de la Guerra" , en su nuevo libro de cuentos "La memoria donde ardía", en los que aborda temas que le preocupan, como la maternidad, la infancia, el alcoholismo o la muerte.

En "La memoria donde ardía" (Páginas de Espuma), Venegas imagina a una niña que debe hacer un camino en busca de un padre que bebe sin coartadas, pero también a una madre cuyo embarazo la sume en el ensimismamiento y que se encuentra vacía después del alumbramiento.

A esos dos personajes se suma en otro relato una mujer que se diluye en una memoria entregada al amor que nunca más volverá.

En relación a la maternidad, Venegas ha dicho en Barcelona este martes que le interesa "cómo queda comprometida la identidad de la madre durante el embarazo", pero aún va más allá en otro relato cuando imagina "qué pasaría si los hombres no solo estuvieran presentes en el proceso de embarazo sino que se apoderaran de la maternidad, desplazaran a la mujer".

Cuando la autora mexicana habla de "maternidades monstruosas" no lo hace de manera ligera: "elijo el adjetivo con cuidado por la forma irregular, totalmente al margen que la maternidad toma en estas historias "; y recuerda que "muchas veces no se toma la decisión de ser madre, es como una opción que te impone la sociedad, algo que no se cuestiona".

Una vez que está en ese momento decisivo de convertirse en madre, percibe Venegas que es "un vínculo poderosísimo, que no es equiparable a ningún otro, porque se puede dejar de ser esposa, incluso hermana, pero nunca se deja de ser madre".

El alcohol es, reconoce la autora, otro motivo literario que atraviesa no solo este libro, sino también su novela anterior: "La noche será negra y blanca".

"Me interesa ese mundo interior de los que beben, y también visto desde la perspectiva de los niños, con esa niña que busca al padre alcohólico y va tomando decisiones con mucho sentido común pero también con mucho amor a su padre, con quien funda una nueva relación y que llega incluso a probar el alcohol en un intento de saber cómo es su padre".

Venegas se acerca a la figura de los niños "con mucha honestidad", para contrarrestar "esa visión que suele predominar de ver a los niños como seres inacabados, como si no fueran interlocutores válidos".

Otro tema que atraviesa el libro es la pérdida de un ser querido, que tan pronto puede ser "la pérdida de alguien amado, que es además una forma de mutilación, o en el ejemplo de la mujer que da a luz, el vacío que queda en su cuerpo".

Aunque con sus cuentos no trate de hacer una reivindicación política o ideológica, sino "simplemente una búsqueda literaria", Venegas piensa que sus relatos pueden ser leídos como "una crítica a una sociedad patriarcal, que condiciona el mundo de las mujeres, que las circunscribe a criar hijos, marido, cuidar la casa, roles que no son opciones de las mujeres".

akc

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