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En el marco del Coloquio M68 por el 50 aniversario del movimiento estudiantil de 1968, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) presentó esta semana la conferencia “Los intelectuales y el 68”, encabezada por el escritor, investigador y coordinador de Difusión Cultural de la UNAM, Jorge Volpi.

Durante su ponencia, el investigador se refirió a la investigación que hizo sobre los intelectuales que participaron en el movimiento del 68. “Hay que entender cuál era el ambiente intelectual en el 68; no hay de perder de vista que existía un contexto internacional”.

El escritor destacó la relación que se dio entre los intelectuales y el gobierno mexicano de la época. “Se establece una relación radical entre los intelectuales y el poder. Es una relación de admiración, envidia y miedo simultáneas”. Volpi argumentó que la relación de miedo que el gobierno sentía por la comunidad intelectual se debía a la imposibilidad de coptarlos de manera directa.

“Prácticamente, en esa década, todos los medios de comunicación estaban controlados por el gobierno; el único espacio de diálogo y discusión era el ambiente intelectual que el poder priísta mantiene un poco a raya pero que le permite una libertad mucho mayor que a los periodistas. Hay una libertad grande para los intelectuales, pero siempre con un límite”, enfatizó el investigador.

Volpi aseguró que, con todos los medios de comunicación controlados por el gobierno priísta, el único medio de expresión que encontraron los intelectuales fue el de los suplementos literarios. “Los espacios de participación de los intelectuales en esa época están sobre todo en los suplementos literarios, que tienen un peso real porque sí hay una discusión distinta que en el resto de las secciones de los periódicos”.

Entre los intelectuales que mencionó Volpi como fundamentales en el movimiento se encuentran Salvador Novo, José Revueltas, Carlos Fuentes y Octavio Paz. “Después de la derrota del movimiento a manos del gobierno, el control de los medios se vuelve total. Los espacios donde los intelectuales discuten es controlado, no hay libertad de expresión, no se podía hablar de lo ocurrido el 2 de octubre”.

Para finalizar su ponencia, el investigador mencionó que el único espacio después de lo ocurrido el 2 de octubre del 68 donde se podía hablar y hacer crítica de los sucesos, fue la poesía realizada por los intelectuales por lo que recitó fragmentos de poemas de Octavio Paz.

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