Miembros de la plataforma ciudadana Actívate, se manifestaron nuevamente esta tarde en contra de las obras del artista Fabián Cháirez, quien presenta “La segunda venida del señor”.
La protesta, de siete personas, se hizo afuera del Museo de la Ciudad de México, que cerró sus puertas en cuanto vio llegar a los manifestantes.
La protesta, como ocurrió en febrero pasado, es contra las pinturas donde Cháirez representa a personas vestidas como cardenales y monjas, en posiciones eróticas. Los manifestantes señalaron que en lafabiáns pinturas de Cháirez se ofenden a símbolos religiosos como lo son el crucifijo, el rosario, el espíritu santo, los ángeles, el cirio pascual y las heridas de Cristo.
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“Nos encontramos aquí, frente a este museo, no por odio, no por intolerancia, sino por algo más profundo: porque amamos nuestra fe y no vamos a permitir que se sigan burlando de ella con nuestro propio dinero (...) Ahora presentan una segunda burla: “La Segunda Venida del Señor”. No es arte. No es diálogo. No es reflexión. Es escándalo. Es insulto. Es una provocación vacía. ¿Y saben qué es lo más grave? Que lo hacen con nuestros impuestos”, dijo Luis Barrera, uno de los manifestantes.
Ahora, las personas ofendidas cuestionaron que el Gobierno de la Ciudad de México use recursos públicos para financiar una exposición que ofende a la religión católica y afirman que no es coincidencia que la exposición se presente en vísperas de Semana Santa.
El grupo Actívate dice que enviaron una carta a la directora de asuntos religiosos de la Secretaría de Gobernación de la capital para expresar su descontento y buscan hablar con la secretaria de Cultura, Ana Francis Mor. Este grupo de manifestantes es distinto al de Abogados Cristianos, por lo que el amparo aún no es una opción.
También dicen que han tratado de entablar diálogo con Fabián Cháirez: “Públicamente hemos hecho el esfuerzo para que él se acerque a dialogar con nosotros. Estamos de acuerdo en que sea un artista y quiera hacer una propuesta, pero con lo que no estamos de acuerdo es que se ofenda nuestra fe. Nuevamente abrimos las puertas para que se entable este diálogo y también con el Gobierno de la Ciudad de México”, dijo Luis Barrera a EL UNIVERSAL.
El objetivo de este diálogo sería lograr la clausura de la exposición. De acuerdo con Barrera, no se trata de censurar ni atacar, pues creen en la libertad de expresión, pero consideran que en este caso se rebasa un límite porque “incita al odio”, ataca y ofende a “las raíces más profundas de la fe de miles de mexicanos”.
El grupo entonó la consigna “¡No ofendas mi fe, en nombre del arte!” y en sus pancartas se leía la frase “Gobierno que divide no transforma”, mientras algunos transeúnes se acercaban con curiosidad, a externar su apoyo o a cuestionar porqué no protestan contra los casos de abuso infantil que cometen miembros de la Iglesia.
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