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Aunque la cultura ha sido central en el programa de Fundación Televisa —incluso, al nacer en 1975 se llamó Fundación Cultural Televisa—, su trabajo se concentrará ahora en el sector social.

La reorientación de su misión fue confirmada por miembros del equipo de la Fundación, y parte del cambio fue la salida de quienes encabezaron el proyecto de Artes Visuales durante casi 20 años.

El cambio no implica la venta del archivo y colección de Fundación Televisa, que en cuanto a fotografía es la más importante colección de América Latina, tampoco la suspensión del programa que había para este año. Sin embargo, sí redundará en la adquisición de otros archivos de autor, y en la investigación y difusión de acervos como lo venía haciendo.

Fundación Televisa recorta programa cultural
Fundación Televisa recorta programa cultural

“Fue para mí una sorpresa esta decisión —dijo Mauricio Maillé—. En las empresas de medios de comunicación se ha producido un cambio de paradigma, y la competencia tan fuerte con gigantes como Amazon y Netflix ha puesto en jaque los modos tradicionales de producir televisión. Lo que me anunciaron fue que en ese sentido se dio, que hay dificultad para obtener recursos”.

En entrevista, Maillé comparó la situación con lo que pasó en 1998, cuando Fundación Televisa cerró el Centro Cultural de Arte Contemporáneo, abierto en 1986. “A menor escala, pero fue como cuando se cerró el Centro, que frenan todos los esfuerzos un poco para ver qué va a suceder en el futuro, sin todavía tener claro qué va a pasar.”

Fundación Televisa recorta programa cultural
Fundación Televisa recorta programa cultural

La empresa Televisa —a partir de un cuestionario vía correo electrónico— respondió con un desglose de las acciones en materia social y cultural que llevó a cabo la Fundación en 2018 y de las actividades culturales programadas. Sin responder en específico a preguntas sobre las razones de los cambios en el proyecto cultural ni si canceló la compra de archivos de autor ni si desapareció Artes Visuales, informó: “Para Fundación Televisa el coleccionar imágenes es un ejercicio de responsabilidad social y cultural, en el que privilegiamos la preservación, la investigación y la divulgación de dichos materiales. Esta colección es considerada una de las más importantes de América Latina, dada su naturaleza y relevancia”.

La historia. Fundación Televisa ha consolidado un programa de coleccionismo, investigación, conservación y difusión de su acervo que no es frecuente en México ni en el sector público ni en el privado.

Fundación Televisa recorta programa cultural
Fundación Televisa recorta programa cultural

“Si bien no teníamos un espacio propio para generar exposiciones —cuenta Mauricio Maillé—, logramos en estos años crear un vínculo con instituciones sobresalientes, con un muy buen músculo creativo para desarrollar proyectos de mucho impacto. Pusimos en el mapa autores, temas y modos de construir proyectos que alimentaron la reflexión en torno de la imagen en nuestro país. Fueron más de 60 libros (varias coediciones) que son publicaciones referenciales en la fotografía en México, y 70 exposiciones. Fue también un trabajo en colaboración interinstitucional con la Cineteca (para la restauración de Nazarín, por ejemplo), o el rescate de Enamorada que hizo The Film Foundation, de Scorsese”.

Acciones que la Dirección de Artes Visuales desarrolló en los últimos años forman parte de los programas que continúa presentando la Fundación: es el caso la proyección en el Festival de Cannes de las cintas de Luis Buñuel Los Olvidados y Nazarín —a 60 años de haber recibido el premio internacional del Festival de Cannes—. El 1 de junio, Fundación Televisa abrirá en la Casa de México en España una exposición sobre Nazarín, que presenta por primera vez impresiones contemporáneas a partir de los negativos originales de mediano formato de Álvarez Bravo, y otros materiales suyos.

En 2018, la Fundación presentó las bóvedas para su colección, un edificio en la sede de Santa Fe, de Televisa, que permiten un mejor resguardo de las colecciones y que tiene áreas de trabajo especializadas: investigación, montaje (bóveda de tránsito), laboratorio de conservación (para trabajos de conservación, registro y catalogación), y área de digitalización. El nuevo edificio conservará las colecciones, pero resulta paradójica su construcción cuando el proyecto de Artes Visuales se difumina.

Después de que nació en 1975 como Fundación Cultural Televisa, tomó en 2000 el nombre de Fundación Televisa. Cuando se creó su fin era promover el patrimonio cultural de México. Su primera colección fue de arte prehispánico, formada por 583 piezas de cerámica, piedra y concha de diferentes regiones de México. La colección que reunió Álvarez Bravo está formada por 2 mil 117 fotografías, de alrededor de 300 fotógrafos y artistas como Julia Margaret Cameron, Eugène Atget, Brassaï, Paul Strand, August Sander, Robert Frank, Garry Winogrand o Jerry Uelsmann”, entre otros. El Centro Cultural de Arte contemporáneo integró una colección de 790 piezas de fotografía, arte electrónico y videoarte, de artistas como Annie Leibovitz, Joseph Beuys, John Baldessary, Cindy Sherman, Andy Warhol, Gabriel Orozco, entre otros.

En el correo electrónico, la empresa informó que ha establecido como objetivos a perseguir para el área Cultural: “Posicionar la Colección y Archivo de la Fundación como el acervo más importante de arte en la cultura audiovisual de América Latina; promover la generación de contenidos a partir de investigaciones relacionadas con estudios audiovisuales y de la propia colección; incorporar, rescatar e interpretar el acervo cultural y artístico que Televisa ha realizado por más de 70 años; y promover el rescate, la investigación y el estudio del patrimonio cultural audiovisual de México”. Sin embargo, Televisa no especifica si hubo o no cambios en cultura en la Fundación.

Éste no es el único caso reciente en el país donde una empresa privada recorta su programa cultural: Alumnos (Alumnos 47) cerró actividades a finales del año pasado. Son dos casos que alertan sobre los proyectos a largo plazo para la cultura en el sector privado. Eso dista de lo que sucede en otros países, en Estados Unidos en particular, donde las fundaciones de las empresas operan de forma autónoma y los empresarios creadores de éstas establecen acuerdos o blindajes que permiten que, incluso, más allá de que ellos vivan o no, sus fundaciones continúen con sus programas.

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