¿Esperanza Azteca se roba la batuta?

La SEP anunció la creación del programa de educación musical “Orquestas escolares, nueva escuela mexicana”, basado en las orquestas Esperanza Azteca, de la Fundación Azteca, cuyo presidente ejecutivo fue el actual titular de Educación, Esteban Moctezuma Barragán. En un comunicado, la dependencia dio a conocer que “ha recibido el apoyo de la Asociación Azteca Amigos de la Cultura y del Arte A.C., de Grupo Salinas que preside el empresario Ricardo Salinas Pliego, para iniciar orquestas y coros sinfónicos infantiles y juveniles en todo el país”. En febrero pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que preparaba una iniciativa para que funcionarios no puedan trabajar en el sector privado en los siguientes 10 años al término de su gestión porque hay conflicto de interés. Pero en este proyecto, claro, nadie ve que haya un conflicto de interés, para nada. De aquí para allá, nada; de allá para acá, todo. Valga recordar que hace un año una investigación de Quinto Elemento Lab reveló que durante una década la Fundación Azteca recibió al menos mil 700 mdp de donaciones y aportaciones hechas por los gobiernos y el Congreso. Con tal suma estaba obligada a ser existosísima y aquello de ser filantrópica está muy en duda. ¿Y en todo eso qué tienen que aportar la Secretaría de Cultura y su Sistema Nacional de Fomento Musical? Esta instancia tiene 25 orquestas, 33 coros, 20 bandas sinfónicas, entre otros grupos, y promueve el quehacer musical de niños y jóvenes en zonas desprotegidas. Y si no es tan exitosísimo como Esperanza Azteca es porque no ha contado con al menos mil 700 millones; si los hubiera tenido, otra historia estaríamos contando. A Cultura ya le quitaron el fomento a la lectura, ahora van por la promoción musical. ¿Por qué?

El Proyecto Senda, en fase de diseño

En este espacio le comentamos acerca del misterioso Proyecto Senda de la Secretaría de Cultura. Bueno, pues resulta que nos llegó una carta de Pablo Raphael de La Madrid, director general de Promoción y Festivales Culturales, donde define que el Proyecto Senda “es un modelo que busca redistribuir la riqueza cultural, dinamizar la oferta y contribuir al desarrollo de la economía creativa con dimensión social”. Añade que el tema lo explicó en una entrevista con el reportero de EL UNIVERSAL, Antonio Díaz. La entrevista, en efecto, tuvo lugar el 10 de junio, y en ella muy de pasada mencionó el Proyecto Senda, entonces dijo que están trabajando en él y comentó la idea de generar circuitos para que itineren los proyectos en los distintos festivales. Lo cierto es que la entrevista no fue sobre Senda sino acerca de los 399 proyectos que concursaron para el Apoyo a Festivales Culturales y Artísticos, un listado que, por cierto, en la entrevista el funcionario se comprometió a enviar, pero que todavía no hemos recibido. Dice Pablo Raphael en su carta que Senda está en su fase de diseño y que se dará a conocer en tiempo y forma a los medios. Y bueno, si Senda está en su fase de diseño ¿por qué aparece en un desplegado? ¿No sería mejor que lo dieran a conocer completamente antes de comenzar a hablar de él?

Expertos del INAH, sin apoyo

Jóvenes Construyendo el Futuro otorga becas de 3 mil 600 pesos mensuales a hombres y mujeres de entre 18 y 29 años. El programa depende de la Secretaría del Trabajo, pero ayer, Diego Prieto, director del Instituto de Antropología e Historia (INAH), anunció que en el Instituto ya laboran 333 jóvenes. Quizá usted se pregunte cuál es el problema, pues nada más que mientras que se les pagan 3 mil 600 pesos al mes a personas que retiran hierba u orientan a visitantes en zonas arqueológicas o museos, hay expertos del INAH que perciben un menor salario o a destiempo. En efecto, todos merecen una oportunidad laboral, pero la pregunta del millón es ¿Por qué no primero se mejora la situación laboral de los académicos e investigadores del INAH?

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